La periodista cree que así se abre otra brecha entre política y sociedad
Ángeles Caso: «La Sama-Velilla no es una línea, es una autopista»
La escritora confía en la Justicia como garante ante el proyecto que prevén para la montaña
redacción
Ángeles Caso alentó la resistencia civil ante los caprichos de las autoridades, de los grupos de presión, de los intereses económicos. La escritora asturiana cerró ayer en León las jornadas socioculturales del CEL (por las que también pasaron en esta edición Javier Nart, Andrés Aberasturi y Juan Iranzo) con un alegato en favor de la ficción. Pero no dejó pasar referencias a la realidad. A la que enfrenta a Red Eléctrica, los gobiernos autonómico y estatal y a los vecinos de la montaña leonesa. A más de veinte mil. «Estamos implicados en la defensa de esa zona y estamos preparados para mantener y prolongar esa batalla frente al proyecto de la Sama-Velilla mientras no el conflicto no se resuelva», aludió Caso, convencida de que la posición de los colectivos movilizados contra el paso de la estructura eléctrica está alejada del desaliento.
Antes de intervenir en la clausura de las jornadas del Círculo Empresarial Leonés, ratificó su compromiso con las asociaciones que, a uno y otro lado de la cordillera, se enfrentan «no a una línea de alta tensión sino a una autopista eléctrica», matizó Ángeles caso. «No puedo creer que en un país que se dice puntero en la lucha contra el cambio climático se vayan a permitir estas cosas; y no me cabe en la cabeza que un presidente como Zapatero, que me confesó que era conocedor y admirador de la zona por la que Red Eléctrica quiere hacer pasar la alta tensión está a favor de ello». Cuatro años después de que los habitantes de los valles leoneses del Curueño y de los alleranos, en el Principado, abrieran la resistencia contra la línea, Caso pone la situación como ejemplo de que «la política y la ciudadanía no están ni en sintonía» ni caminan a la par. «Media un abismo entre lo que desean los ciudadanos y lo que persiguen algunos grupos de presión, algunos políticos, algunos intereses económicos; yo creo en la democracia de la gente, en la que los dueños del poder son los ciudadanos». Ángeles Caso alabó la contribución del economista leonés Julio Lago a desenmascarar los intereses que justifican el proyecto. Y aventuró: «Antes de que lo hagan por la fuerza la Justicia tiene mucho que decir».