«El voluntariado no tiene queaspirar a transformar la sociedad»

león

El sociólogo Imanol Zubero se desplazará mañana a León para impartir una charla sobre el papel del voluntariado en la sociedad actual. Zubero participará en la VII Jornadas del Voluntariado de León organizadas por el Ayuntamiento de León y la Plataforma de Entidades de Voluntariado de León para conmemorar el Día Internacional del Voluntariado, el 5 de diciembre.

-”¿Cuál es la situación real del voluntariado?

-”El punto de partida es reconocer el papel actual del voluntariado, que está normalizado, hay legislación al respecto, está valorado y en poco tiempo se ha convertido en una acción social reconocida y, sin embargo, al mismo tiempo también es cuestionado y se duda de las capacidades reales del voluntariado. Voy a plantear que el voluntariado tiene que saber cuál es su primera identidad. Muchas veces lo que hace es mirarse en el espejo de otros estamentos sociales más clásicos, como las oenegés. No tiene que aspirar a ser un movimiento que revolucione o transforme la realidad y que seguramente lo que tiene que hacer es mejorar le día a día de las personas y de los sujetos más frágiles de la sociedad. Yo hago una invitación a que el voluntariado reconstruya sus señas de identidad.

-”¿Hay realmente un aumento de la concienciación social que se note en el incremento del número de voluntarios?

-”El voluntariado está afectado de las mismas dificultades que todas las otras asociaciones, desde los sindicatos, las oenegés, hasta las más nuevas. Hay un problema evidente, pero como en todas las formas de asociacionismos ciudadanos. Está afectado de una enfermedad que es generalizada, pero parece que le afecta bastante menos que a otras.

-”¿Se podría cuantificar el presupuesto que se ahorran las instituciones con la labor del voluntariado?

-”Hay varios estudios. Hay muchos puestos de trabajo reales que genera el voluntariado, que mueve un montón de actividad cubierta por voluntarias y voluntarios. El voluntariado es una acción cívica y práctica que genera riqueza y empleo.

-”¿Todos llevamos un voluntario dentro?

-”Deberíamos llevarlo. Hay una paradoja porque las leyes del voluntariado excluyen expresamente del voluntariado las acciones de buena vecindad. Sin embargo, yo creo que el voluntariado se sustenta precisamente en éso, en el hecho de reconocernos como buenas vecinas y vecinos. Siempre digo que el voluntariado se basa en el impulso a ocuparnos de la persona que está en nuestro lado en una situación de fragilidad o vulnerabilidad. El gran valor del voluntariado es que frente a cualquier persona próxima es capaz de descubrir un prójimo. Todos tenemos a lo largo de nuestra vida actos que podíamos considerar propias del voluntariado. Cuando hay una catástrofe nos movilizamos para recaudar fondos o donamos sangre o buscamos alojamiento al que lo necesita. El impulso lo tenemos. La función del voluntariado organizado es que ese impulso no sea flor de un día, sino que se mantenga y se haga colectivamente.

-”¿La sociedad de consumo en la que vivimos está haciendo desaparecer los gestos cotidianos de ayuda?

-”Más que hacerlos desaparecer los está transformando. Es verdad que vivimos en una sociedad en la que cada vez hay más facetas de la vida que están cubiertas en el campo de los derechos y eso es muy importante. Hay muchas cosas que antes había que resolver en el ámbito de la familia o la amistad que ahora lo resuelve la sanidad pública, la escuela... eso es un avance. Antes había muchos actos de buena vecindad que había que hacer pero porque no había otra instancia que los resolviera. Se puede leer en negativo, pero también en positivo. Es verdad que la vida se nos ha complicado mucho, es difícil conciliar la vida laboral con la familiar o la vida asociativa. Estamos en un momento de transición y no creo que haya una crisis moral de la sociedad, ni que seamos peores que antes. Tenemos que inventar nuevas formas de seguir haciendo lo que toda sociedad hace, que es preocuparse por lo demás. El voluntariado tiene que repensarse y ver cómo es más eficiente en situaciones en las que la vida nos cambia mucho a todos y a todas.

-”¿Hay sectores que están más desprotegidos? ¿Hacia qué sectores sociales debería volcarse más el voluntariado?

-”El voluntariado tiene raíces locales. Tiene capacidad para detectar las carencias y vulnerabilidad de los vecinos. Seguimos teniendo las carencias tradicionales, sigue habiendo un mundo de exclusión económico, hay un problema grave con las personas que no tienen acceso a la vivienda, hay una red de comedores sociales y roperos. A medida que ha ido cambiando la sociedad han ido apareciendo nuevos fenómenos, como las drogas, la soledad de las personas mayores. En todos esos campos está el voluntariado presente.