Veintiséis alcaldes leoneses ya mostraron hace medio año su oposición a la iniciativa de la Junta
El plan para recuperar el oso prevé expropiaciones en el norte leonés
El PSOE exige a la Junta la retirada del proyecto hasta lograr un consenso con los habitantes de la zona
El plan de recuperación del oso choca con los intereses económicos y el medio de vida de los leonese
redacción
La montaña leonesa, la de la periferia norte, que asume desde hace años una sangría poblacional que parece llevarle a la muerte por inanición, pide a la administración autonómica que priorice: o el oso o la gente. «Los dos, si puede ser, pero nunca la exclusión de uno, y menos del hombre», argumentan en las áreas pobladas en donde se aplicará una normativa ahora en fase de borrador de decreto.
Seis meses después de que 26 alcaldes leoneses le hayan solicitado a la Junta la paralización de los planes de recuperación del oso y urogallo, la polémica vuelve a escena con el acento reivindicativo en que se tomen en consideración los argumentos de los habitantes de las localidades afectadas por el ordenamiento. Esta vez con el apoyo explícito del PSOE leonés, que ha exigido a la Junta que juntas vecinales y ayuntamientos «sean escuchados» y tomados en cuenta, «que haya consenso entre todas las partes afectadas por los nuevos planes. «Hasta ahora no se ha escuchado ni una sola de nuestras propuestas», matiza el alcalde de Posada de Valdeón, Mariano Rojo, en calidad de secretario del área de medio ambiente de la ejecutiva leonesa socialista. Ni siquiera las que se presentaron en forma de alegaciones hace dos años, cuando la Dirección General del medio natural acordó abrir audiencia de veinte días para los proyectos decreto del plan de recuperación del urogallo y la revisión del plan de recuperación del oso, alegaciones que ni siquiera se han tramitado».
El problema grave para los lugareños de todo el tercio norte leonés que no han logrado convencer al gobierno de la Junta de las dificultades que les acarrearía la aplicación del plan es que los proyectos conllevarán expropiación de la propiedad de terrenos. «Por eso deberían llevar aparejados un plan de compensaciones», advierte Mariano Rojo en defensa de los planteamientos que sostienen los alcaldes y presidentes de juntas vecinales de la montaña. «En ningún caso estamos en contra de la protección del oso y el urogallo, pero los anteproyectos son radicalmente restrictivos», subraya el máximo responsable del área de medio ambiente del PSOE leonés que concreta que uno de esos corsés será la prohibición de aprovechamientos de recursos naturales de las zonas de especial protección «que parecen marcadas con criterios poco claros», argumenta.