La estación se conserva y habrá viviendas, un párking y un parque

El ferrocarril de Feve es una presencia que se cuela en forma de trinchera por el norte de la ciudad hasta llegar a la zona de la estación de Matallana. Allí, la vía se abre a un sector de cerca de 30.000 metros cuadrados, delimitado por las avenidas Padre Isla y Álvaro López Núñez, y por las calles Bilbao y Renueva. Este entorno es el único en el que se liberará espacio para la construcción de viviendas: 152, de las cuales un 50% estarán reservadas para promociones de precio público; pero además se aprovechará para la construcción de un párking subterráneo de alrededor de 150 plazas en las inmediaciones del que existe en la actualidad en superficie y que tienen una baja ocupación. Dos intervenciones con las que se sumarán más de 16,7 millones de euros para sufragar el coste total de la integración, que en el caso del soterramiento se quedaría en cerca de 72 millones, mientras que si se opta por la alternativa de complementar al tranvía tan sólo sería de poco más de 19,5 millones.

El cambio en el sector también favorecería la creación de un equipamiento público, como un centro de ocio o un parque, según prevé el estudio de la consultora de ingeniería, que estaría conectado, por el pasillo peatonal aledaño al tranvía, con el espacio verde de la avenida de San Mamés que está comunicado por la pasarela.

No afectarán las variaciones al edificio de la estación, que continuará su función de uso comercial y taquillas, aunque con la posibilidad de reorganizar los espacios para las actividades que considere Feve. El entorno cuenta además con la adecuación de los antiguos cocherones para construir un espacio de ocio joven que ya está en ejecución.