Vestas, demandada por el impago de parte de las obras de su planta en Daimiel

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La empresa de fabricación de palas para aerogeneradores eólicos Vestas ha sido demandada ante el Juzgado de Primera Instancia de Ciudad Real por el impago de parte de las obras certificadas y recibidas de su planta de producción ubicada en Daimiel, que se encuentra en activo desde el pasado mes de julio y que fue inaugurada en octubre por el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha. La empresa constructora, Begar, le reclama además el pago de los denominados «precios contradictorios» (las mejoras que la eólica introdujo en el proyecto inicial, y cuyo presupuesto fue aprobado como corresponde); así como la devolución de casi 1,3 millones de euros correspondientes al 5% que la contratante retiene de cada una de las certificaciones, y que debían haber sido sustituidas por un aval bancario.

En total son más de 6,5 los millones de euros que Vestas adeuda a Begar, a los que habrá que sumar los intereses por mora que contempla la ley y los daños y perjuicios que los retrasos hayan causado a la demandante, según se contempla también legalmente.

Según consta en la demanda, Begar fue contratada por Vestas para la construcción de su nueva fábrica de palas en Daimiel (Ciudad Real). El precio inicial de la obra fue de 27,5 millones de euros, y mientras la parte de arquitectura y obra civil estaba cerrada, se consideró abierto el presupuesto de instalaciones para hacer algunas modificaciones. Al final estos cambios supusieron de hecho una modificación del proyecto inicial, que se concretó mucho después del plazo legalmente establecido en el contrato. Las reformas incrementaron el precio del proyecto hasta los 32 millones de euros.

Forma de pago

La demanda presentada en el juzgado recuerda que la forma de pago pactada era mediante certificaciones mensuales de obra, a los 60 días de su aceptación por la dirección facultativa de la obra. «Este sistema de pago fue escrupulosamente respetado por Vestas hasta el mes de julio del 2008, es decir, el mes siguiente a aquel en el que se permitió ocupar las instalaciones para poder iniciar el proceso productivo», explica el documento.

Desde entonces la compañía eólica dejó de hacer efectivas a su vencimiento las facturas, a pesar de que estaban aceptadas y firmadas por la dirección facultativa. Están pendientes de pago las facturas que debían haber sido abonadas en septiembre, octubre y noviembre, más los correspondientes intereses de demora; más los precios de las mejoras, también con sus correspondientes intereses.

Begar reclama también 1,3 millones del 5% del dinero retenido por las facturas que sí fueron abonadas a su vencimiento en concepto de garantía provisional. El dinero en metálico debía haber sido sustituido por un aval bancario, lo que está causando un grave problema a la constructora.