La modificación no retrasará los plazos del resto de la integración en León y San Andrés
El soterramiento del AVE sumará 3 kilómetros con un nuevo cambio
Fomento aprobará la inclusión de 300 metros más: hasta casi superar el paso elevado de Azorín
león
La integración del ferrocarril salva un obstáculo más. Conseguido que el soterramiento previsto en los planes iniciales, con 450 metros escasos, se extendiera hasta superar el paso elevado del Lidl, en Trobajo del Camino, el segundo empujón hace ahora que la vía no emerja hasta el cruce con la calle Ángel Soto, cerca de la altura del puente de Azorín, como ha comunicado de forma «oficiosa» el Ministerio de Fomento al Ayuntamiento de San Andrés, según anuncia el concejal de Urbanismo, Manuel Rubial. Otros 300 metros más; en total, cerca de 3 kilómetros de trazado subterráneo: desde la altura de la Plaza de Toros, a través de toda la capital y con entrada en el alfoz.
La modificación del proyecto permitirá coser el barrio de Paraíso Cantinas con la trasera de Trobajo y la entrada a San Andrés. Tres zonas que se saludan desde lados opuestos de la vía, a la que perderán de vista con la unión de viales a ambos lados, de Limonar de Cuba a Antonio Vázquez, justo hasta la intersección con la calle Ángel Soto, frente al Centro de Referencia Estatal de Discapacidad y Dependencia. A partir de este punto, el trazado ferroviario emergerá «apantallado» y se cruzará con Azorín en una cota de «poco más de 3 ó 3,5 metros», la mitad de la actual, con lo que el paso será «casi inapreciable», según avanza Rubial. Un cambio que también afectará a la pasarela peatonal adaptada para discapacitados: innecesaria a partir de entonces.
La llegada hasta este espacio será el punto final de la integración ferroviaria. La prolongación hasta la paralela al hospital San Juan de Dios, como defendía la UPL y el arquitecto Óscar García Luna, se toparía con el canal de Carbosillo, como apunta el concejal de Urbanismo, que explica que el paso desde San Andrés hacia el centro hospitalario se hará por medio de un paso inferior, similar al que comunicará, más adelante, el entorno del matadero de Oblanca con la carretera de Caboalles.
La inclusión de estos terrenos en el ámbito del soterramiento, que permitirá que no se constriña el crecimiento urbanístico de todo el área de Azorín y Guzmán el Bueno, no supondrá un retraso para el resto de la integración ferroviaria. Al igual que sucedió en el primer modificado, no será obligatoria una nueva declaración de impacto ambiental, sino tan sólo la definición de la variación sobre el plano. Un cambio que marcará «un antes y un después para el municipio», como señala la alcaldesa, María Eugenia Gancedo.