Los embalses recuperan su ser

redacción

Inviernos como éste era lo que echaban en falta los gestores de los recursos hídricos de León. Los embalses ofrecen señales de recuperación. Entre las cabeceras del Luna, del Porma y del Esla suman ciento veinte millones de metros cúbicos más de agua de la que había en estas alturas del año hidrológico anterior. Basta el recuento de precipitaciones para entender el estado de bonanza: en los últimos quince días se han recogido en los valles del área de las presas más de cien litros por metro cuadrado. Así le va a los caudales. Las entradas a los embalses hace prever una eclosión inmediata en las reservas. Ayer entraban cincuenta y cinco metros cúbicos de agua por segundo a Luna; sesenta y cinco a Riaño. Casi 25 en el Porma.

En una progresión similar, posible con las precipitaciones anunciadas y continuas en los próximos días, resulta factible que el calendario de las comisiones de desembalse que se van a celebrar a partir del mes de marzo se desarrollen en medio de un clima mucho menos tenso que las del pasado año hidrológico.

Potencial

El Luna dispone de reservas superiores en veinte millones de metros cúbicos a las que registró doce meses atrás, cuando ya avanzaba que la sequía iba a consumir la paciencia de los cultivadores parameses. Aunque la exhibición de resultados se localiza sobre la presa del Esla: 337 hectómetros cúbicos, capaz de ganar en una sólo semana treinta y seis millones de metros cúbicos (una cantidad que equivale a un tercio de lo que se destina a una de las áreas más productivas sobre las que influye el embalse). 31 ganó el Luna.

El despegue de las reservas hidráulicas que almacena la zona norte de León tendrá continuidad al menos en las primeras semanas de febrero. La cita con el deshielo, a la vuelta de un mes, planteará cuestiones de gestión hídrica bien distintas a las que se debieron de afrontar tras el invierno del 2008. Villameca dobla las reservas que tenía hace un año.