En honor y defensa de la paz

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La Comunidad Educativa del colegio San José, Agustinas Misioneras, celebró el pasado viernes el Día Escolar de la No Violencia y la Paz con todos sus escolares. Una jornada festiva que reunió a los jóvenes con sus profesores en el patio del colegio para «elevar a Dios una ferviente oración por la paz recordando a tantas personas que a lo largo y ancho del mundo viven sin ella», según señalan los responsables del centro.

A partir de las 12.00 horas las diferentes clases fueron bajando al patio para llenarlo de colores y alegría. Cada alumno portando un símbolo de la paz como carteles, palomas, gafas o mensajes a favor de la vida y la paz en todo el mundo.

Unidos por las manos rezaron el Padre Nuestro en español, francés e inglés, dando ejemplo y demostrando que la paz y la fraternidad no entiende de nacionalidades, ni idiomas, ni mucho menos de fronteras. «Todos los hombres deseamos y buscamos la paz en lo que cada día hacemos o dejamos de hacer», gritaban en uno de sus mensajes los estudiantes.

El acto finalizó entonando la canción «Un deseo de paz» y «pidiéndole a Dios, nuestro Padre, que nos haga cada día más hermanos y expresándole el deseo de seguir trabajando por ser personas pacíficas» añadieron las Agustinas.

Cada 30 de enero, desde 1964, se celebra el Día Escolar de la No Violencia y la Paz en conmemoración del día de la muerte de Gandhi, un hombre que con su lucha pacífica y sus acciones de no-violencia consiguió que la independencia de la India, su país natal, se hiciera realidad.

En el año 1993 la Unesco reconoció la fiesta convirtiéndola en Día Mundial el 30 de enero. Este reconocimiento ha popularizado el mensaje principal del Día Escolar de la No Violencia y la Paz y cada vez son más los colegios, institutos, instituciones y organismos que paralizan sus clases para llevar a cabo diferentes tipos de actos. Un día idóneo, según los docentes del colegio San José, para rezar por tantos niños, jóvenes y países que están en guerra y también «por las guerras internas que cada ser humano lleva en el corazón».