Anécdotas
Lágrimas en la despedida y grabación
Miguel Hidalgo no empleó en su discurso de despedida el tono ácido, incisivo o irónico al que ha recurrido en muchas ocasiones. Para su adiós como concejal prefirió que las palabras se vistieran con un traje de cordialidad y hermanamiento. Tendió puentes de colaboración hacia un Gobierno que se convertirá dentro de un mes en su «jefe» e intentó rebajar la tensión que ha caracterizado su relación con el alcalde y parte de los concejales.
La emoción llevó al llanto
Tras un listado de agradecimientos, Miguel Hidalgo dedicó el último a su familia con un nudo en la garganta. Incluso no pudo contener las lágrimas al recordar los seis años que se ha dedicado a la política. Agradeció a sus hijos, a sus padres y a sus amigos el haberle querido y soportado, «a pesar de todo, mientras yo os desatendía por dedicarme a la tarea que hoy abandono definitivamente». Todo su discurso fue grabado por sus allegados, junto con su marcha del sillón que ha ocupado al lado de su grupo. Continuó la sesión plenaria desde las sillas del público.
El guiño al PSOE
Hidalgo aseguró que ninguno de los concejales de Civiqus quiso nunca hacer daño o perjudicar al PSOE. Los llamó ex compañeros y dijo seguir considerando a muchos amigos leales.
El desalojo
Un hombre del público, que fue apercibido en varias ocasiones por interrumpir el pleno dando su opinión sobre las obras de la León-Collanzo, fue finalmente desalojado. Dijo, «sí, salgo, pero me voy contento porque me he desahogado». El alcalde reconoció que todos habían oído sus quejas antes de salir de la sala.