Los consejos de administración no votarán el documento firmado por políticos y agentes sociales
Las cajas reprochan que la integración fracasó por no haberles cedido la iniciativa
Las entidades reconocen, sin embargo, que hay que reformar el sector ante la crisis
león/valladolid
«Si este proceso hubiera respondido a una iniciativa surgida en el seno de las propias cajas, se habría facilitado el más amplio acuerdo dentro de los órganos de gobierno, evitando así las incertidumbres y las posiciones encontradas que se han generado en estos meses entre nuestros clientes, plantillas y sociedad en general». Un claro mensaje que lanzó ayer el presidente de la Federación de Cajas de Ahorro de Castilla y León, José María Arribas, a los líderes del PP y el PSOE autonómico, tras ratificar las entidades financieras un documento en el que se comprometen a estudiar mecanismos para reforzar su defensa ante la nueva situación económica, pero rechazan de plano el documento de integración pergeñado en las últimas semanas y firmado públicamente la semana pasada por PP, PSOE, IU, CC.OO., Cecale y Csica.
El documento fue suscrito ayer en Valladolid por los responsables de Caja España, Caja Duero, Caja Burgos, Caja Segovia y Caja Ávila; mientras que Caja Círculo (que ya había rechazado con anterioridad del documento supuestamente de consenso) declaró que estudiaría el nuevo proyecto.
Quejas por el debate
Los representantes de las cajas de ahorro abogaron por abordar el nuevo proceso «desde el seno de las propias cajas y con una perspectiva exclusivamente profesional»; y además lanzaron un claro mensaje a quienes hasta ahora han centrado el debate sobre el futuro sistema financiero de la comunidad: «Queremos hacerlo desde la más absoluta independencia, teniendo siempre claro que nuestro objetivo debe ser la viabilidad a largo plazo, que es nuestra mejor contribución al desarrollo de Castilla y León».
Las entidades toman también la iniciativa en este momento porque consideran que es hora de terminar con el debate público sobre su futuro, que según denunciaron ayer perjudica el «normal desarrollo del negocio y deteriora la confianza».
De hecho, la federación regional de cajas advirtió ayer de que a partir de ahora las negociaciones han de ser reservadas y secretas, por lo que exige un compromiso de confidencialidad a las partes implicadas. Señalan las entidades que el proceso supondrá manejar «información financiera sensible».
El caso es que a partir de ahora las cinco entidades de la comunidad que han suscrito ya el nuevo documento se comprometen a buscar «los mecanismos más adecuados y previstos en la normativa bancaria para reforzar el sistema financiero»; un proceso para el que tienen intención de contar con «el apoyo» de la Junta, el Banco de España y la Confederación Española de Cajas de Ahorro.
Un proceso que, dejaron claro, se llevará a cabo «desde el seno de las propias cajas y con la perspectiva exclusivamente profesional». Y se hará además «desde la más absoluta independencia».
No en los consejos
En la nueva línea de tomar la iniciativa, el presidente de la federación de cajas dejó ayer bien claro que «no es conveniente ni oportuno someter a los consejos de administración» el documento aprobado por algunas fuerzas políticas y sociales la semana pasada. Más allá, llamó la atención sobre el hecho de que la «indefinición» que podía haber surgido de estas consultas «habría conducido a un escenario irreversible y desconocido». Arribas hizo hincapié también en que los órganos de gobierno de las cajas no tenían suficiente información sobre el proceso: había un protocolo técnico, pero requería análisis y evaluaciones de impacto complementarias que no se tenían.