Acusan a la Junta de no aplicar bien el protocolo contra la meningitis

león

Para argumentar la queja por lo que a su juicio resultó ser un protocolo de actuación mermado ante la aparición de una infección de meningitis, la pasada semana en León, padres de niños que acuden a la guardería de San Andrés exiben relatos de la actuación sanitaria en casos similares. «Qué poco han tenido que ver con la reacción posterior al caso que se registró en León la pasada semana», denuncian padres de niños de la escuela infantil Hermana Carmen Gómez, que auspiciaron un escrito de protestas que tratan de hacer llegar al consejero de Sanidad de la Junta y al Procurador del Común. «No en nuestro caso. Tras confirmarse el fallecimiento del pequeño Iker y tras confirmarse la meningitis, desde el centro se ponen en contacto con nosotros al final de la mañana para explicar que en aplicación del protocolo se había considerado contacto, es decir sólo de riesgo, además de su entorno próximo exclusivamente a los niños que acudían a su aula y profesores de la misma, y dejaban a consideración de los padres del centro la decisión o no de acudir a nuestro pediatra», Los padres relatan en el escrito que aquellos que decidieron hacerlo «por precaución y responsabilidad con nuestros hijos y los hijos de los demás» se encontraron con la sorpresa de que los centros de salud de referencia para la escuela infantil no tenían comunicación ninguna y que lo que sabían era por medio de las personas que acudían al pediatra. «Ante tal imprevisión los servicios sanitarios se colapsaron y este problema trataron de solventarlo con las recetas de los antibióticos; luego el problema se trasladó a las farmacias donde era imposible encontrar la cantidad de medicamente suficiente para aplicar la profilaxis y nos aconsejaron compartirlo».

Los padres de los niños de la escuela infantil Hermana Carmen Gómez también muestran en el escrito a las autoridades sanitarias la circunstancia de que nadie se ha puesto en contacto con ellos a partir del fatal desenlace, lo que contraponen al hecho de que «los mecanismos publicitarios de la consejería sí fueron engrasados, hasta el punto de que la falta de medicamento fue por nuestra culpa -”padres histéricos-” ya que todos acudimos a nuestro pediatra exigiendo tratamiento profiláctico y así nos lo recetaron». Los padres explican en la misiva a al consejero Guisasola que el caos se origina al no recibir información para todos los afectados de forma conjunta. «Lo que queremos saber es la razón por la que en unos lugares de la misma comunidad se aplicó un protocolo diferente en el cual fueron reunidos tidos los padres para recibir información y para aplicar la primera dosis de quimio profilaxis, mientras aquí, cada uno, incluso los del aula de riesgo, tuvieron que buscar la información y tratamiento por su cuenta», indican en el escrito.