| Crónica | Caminos de ida y vuelta |
A tí, el doble de lo que me deseas
Paco Fernández y Mario Amilivia escenifican un reencuentro de formas cordiales y mutuas alabanzas que ni siquiera enturbiaron un par de dardos suaves y envueltos en cierta ironía
león
Ni Mario Amilivia andaba con ganas de echar mano de las tiritas en la hora del regreso a casa ni a Paco Fernández le gusta hurgar en depende qué heridas, depende qué días. Ayer no tocaba. El anterior alcalde cursó visita al anterior consistorio y el nuevo alcalde lo felicitó por su nuevo cargo. Después se intercambiaron como regalos un pergamino con un cuadro de León y una representación de la cúpula de la Catedral de la capital vecina (Caja Zamora regalaba huchas con el mismo diseño hace veinte o veinticinco años) y ante los micrófonos ni el uno habló del otro ni el otro habló del uno. Para reñir hace falta dos que quieran.
El presidente del Consejo Consultivo evitó ayer que León sea la última provincia que alberga una reunión fuera de su sede del organismo que encabeza. «Un ejemplo de trabajo sin ideologías», reconoció Paco Fernández. «De momento sólo tiene una mujer, pero seguro que pronto habrá más», espetó de paso. «Felicito a Mario por volver a la que es su casa, que yo comparto en este momento», dejó caer el regidor.
«Este cargo que ocupo ahora está liberado de las tensiones políticas que tú sí tienes que soportar a veces en el Ayuntamiento», replicó Amilivia sin descomponer la sonrisa. «Te deseo lo mejor, de alcalde a alcalde». Y la lista de puyitas quedó completa.
Acudieron a saludar al anterior jefe de filas del PP Ana Guada, María José Alonso, Luis Nogal, Fernando Salguero, Arancha Miguélez, Tomy Santos, Teresa González y Fernando Franco, con el que debatieron amistosamente (unos más que otros) en los soportales de San Marcelo entre la visita al consistorio y el turno de ausencia en la Diputación de Isabel Carrasco, que ocupada en otros menesteres, no pudo cumplir. Otro día será. O no...