Diario de León

El primer dirigente autonómico justifica su postura en lo «excepcional» de aquella etapa histórica

El diseño de la comunidad fue complicado pero positivo, según Demetrio Madrid

El ex presidente de la Junta recuerda que los ayuntamientos y las diputaciones aprobaron el proceso

Mario Amilivia, Demetrio Madrid, Jaime González y Fernando Aller, en la presentación del libro

Mario Amilivia, Demetrio Madrid, Jaime González y Fernando Aller, en la presentación del libro

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S. C. Anuncibay
León

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El primer presidente de la Junta de Castilla y León, el socialista Demetrio Madrid, defendió ayer su papel en los años previos a conformar el mapa autonómico y recordó que fueron ayuntamientos y diputaciones las instituciones que aprobaron cómo debía articularse la distribución territorial. Reconoció que el proceso fue complicado, pero positivo, por lo «excepcional» de aquel momento, que coincide con el final de cuarenta años de dictadura y con la necesidad de construir un estado nuevo.

«La llegada desde el exilio de Tarradellas para recuperar el espíritu de la Segunda República supone el pistoletazo de salida», manifestó Madrid, quien explicó como los vascos, primero, y los gallegos después, solicitaron en aquel momento los conciertos porque «consideraron que la dictadura significó un paréntesis y, roto ese paréntesis, querían volver al punto de partida», con sus estatutos.

El dirigente de la Junta desde 1983 hasta 1986 aclaró que, a partir de ahí, los ciudadanos comienzan a contagiarse de ese sentimiento hasta concretar esta realidad en los estatutos de los territorios históricos, «y Castilla y León lo era junta y por separado».

Recordó como los dirigentes políticos de aquella etapa iniciaron un proceso para avanzar en el autogobierno y, continuó, «para defendernos de una leyenda histórica, ya que a Castilla y León se la confundía con el centralismo; se pensaba que era un territorio defendido por el franquismo», puntualizó.

Circunstancias que quedaron materializadas en un decreto de preautonomía, que luego derivó en un estatuto «bastante decente», según consideró, «que no limitó la capacidad de autogobierno de la comunidad»

Estas reflexiones las realizó ayer Demetrio Madrid en la presentación que hizo de su libro en el Club de Prensa del Diario de León. «El Arranque de Castilla y León. Una necesidad política» traza, con maestría, certeza y desde el sosiego, el proceso seguido para alcanzar la realidad territorial de la actual Castilla y León.

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