El prior reconoce que la pieza, barroca, necesitaba una limpieza en profundidad y reparar grietas
El retablo del Santuario se somete a la primera restauración en tres siglos
Los andamios cubrirán el altar hasta el 13 de marzo, pero la obra concluirá en Semana Santa
la virgen del camino
El retablo barroco del Santuario de La Virgen del Camino, esculpido por los leoneses Pedro y Antonio de Valladolid en 1730, ha comenzado a ser restaurado por primera vez en sus casi tres siglos de vida. La pieza, de casi doce metros de altura y ocho de ancho, se ha cubierto con una lona para disimular el espectacular andamiaje que se está utilizando para limpiar en profundidad el altar.
El prior de los Dominicos, Miguel Ángel del Río, reconoce que, salvo en 1995 y en el año 2003 que se «quitó el polvo» al retablo, el conjunto no había experimentado una restauración global. La obra manual, valorada en 35.000 euros, incluye eliminar el repitando de algunos paños, restaurar las grietas que ha producido el paso del tiempo y la humedad y, sobre todo, suprimir la suciedad que ha ido generando el humo de las velas del templo.
Del Río explica que los andamios se retirarán el próximo 13 de marzo, aunque se continuará trabajando hasta el comienzo de Semana Santa en la parte baja del retablo, donde destacan las figuras San Froilán y Santiago.
«Elegimos estas fechas porque son las que provocan menos molestias a los feligreses y porque suelen celebrarse menos bodas. De todos modos, para evitar el efecto de la obra, porque seguimos con los actos de culto, todo el retablo se ha cubierto con una lona que posee una fotografía a tamaño real de La Virgen», indica.
Precisamente, la imagen de la Virgen del Camino ha abandonado temporalmente el camerín del retablo para trasladarse a un lateral del templo, «de modo que ahora se ve más exenta y más cercana», reconoce. Como curiosidad, el prior recuerda que el retablo original, de forma abovedada como la iglesia antigua, se tuvo que adaptar y elevar para ocupar el hueco actual del nuevo templo. Se añadieron varios elementos en la parte alta, por encima del escudo de San Miguel. Entre ellos, los escudos de los reinos de León y Castilla, algunos ángeles y el relieve de la escena de San José.
Tres cuerpos
El retablo es un conjunto monumental de tres cuerpos y tres calles bien delimitados por tres pares de columnas gemelas situadas a uno y otro lado de la imagen de la Virgen, con el Hijo entre las manos,. La imagen, que se convierte en el centro de atención de las personas que entran al templo, fue tallada en León, bajo las indicaciones del pastor Alvar Simón que, según la leyenda, fue testigo de la aparición mariana. El escultor ha quedado siempre en el anonimato, pero se cree que esculpió la pieza entre 1505 y 1512. La iglesia, incluido el Camarín de la Virgen, tiene cincuenta metros de longitud, la anchura es de dieciséis metros y su altura es de trece, en la zona del presbiterio, descendiendo imperceptiblemente hasta los diez metros de la entrada.