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La identidad de los cascos tradicionales se protegerá con una nueva ordenanza de edificación

El PGOU de Villaquilambre reserva suelo para más de 15.000 viviendas

El documento fija los criterios del città slow y marca un horizonte de 46.000 habitantes en veintiséis años

El concejal de Urbanismo (al fondo) congregó a los grupos para explicarles las líneas básicas del PG

León

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El concejal de Urbanismo, Jesús García, quiere ligar el futuro de Villaquilambre al sello de las cittá slow. Son ciudades con poco ruido del tráfico en los núcleos tradicionales, que gozan de grandes superficies de zonas verdes y viales peatonales, preservan la estética y fomentan la relación de vecindad. También destacan por potenciar la depuración de las aguas y la recogida selectiva de basuras, además de intentar evitar el deterioro ecológico y de recuperar la huerta tradicional.

Para que esa filosofía no se quede en meras palabras, todo el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se ha impregnado del modelo città slow y fija las bases para hacer realidad la utopía. El documento, que se presentó a los partidos políticos el pasado lunes, parte de un hipotético municipio de 46.000 habitantes en el horizonte de los próximos 26 años. Para ello, se reserva el área central entre las carreteras a Collanzo y Santander, como el principal nervio de expansión, donde se podrían construir más de 15.000 viviendas. En concreto, se permiten 13.788 en suelo urbanizable, de las cuales el 30% serán de protección oficial, y otras 1.470 en suelo urbanizable no consolidado.

Junto al diseño moderno de ciudad, una de las principales iniciativas del PGOU es la protección de los núcleos tradicionales para la preservación de su carácter dentro de los cascos urbanos, como una de las directrices básicas de las ciudades lentas. De ahí que se conserve el carácter rural de los núcleos situados al norte del municipio (Villasinta, Robledo de Torío, Villanueva del Árbol, Canaleja y Castrillino) y que se vaya a establecer una ordenanza específica para regular la edificación en los ámbitos que se identifican con el casco tradicional en cada uno de los núcleos de población. «De esta forma, se evitará la degradación de la imagen de los pueblos que han provocada ordenanzas anteriores, en cuanto a número de alturas o medianeras», explica García.

La iglesia de Villaobispo

El plan también señala un ámbito de protección ambiental para los cascos tradicionales de Villasinta y Villaobispo, donde se reordenará el entorno de la iglesia para crear espacios libres públicos alrededor del templo. También se propone la peatonalización del viario vinculado al cauce de la presa de Villamoros, fomentando la continuidad de los recorridos peatonales y poniendo en valor las presas que atraviesan el municipio.

El Ayuntamiento contempla realizar una política medioambiental de reutilización y revaloración del territorio para que exista un equilibrio de valores naturales y urbanos.

El documento y los grupos

La comisión de seguimiento del PGOU, a la que pertenecen todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento, conoció el pasado lunes el plan redactado por la empresa Omicrón-Amepro. El concejal confía en aprobar el PGOU de manera inicial a mediados de marzo, por unanimidad. A continuación se abrirá el periodo de alegaciones para la consecución de un documento final que se someterá a su aprobación definitiva.