Cerrar

Más de 1.500 personas formaron el cortejo, con el beneplácito de la temperatura

Abril llegó en febrero por obra de los carnavales

Las calles se abarrotan de público para seguir el desfile, también nutrido de participantes

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

A las 20.47 horas en la Plaza de la Inmaculada había 13 grados. Hay noches de primavera con termómetros más tristes. Así que León se lanzó a la calle con ansia devoradora de carnaval. Para ver a Ordoño II abrir el cortejo, a Tomás Villanueva toreando a Caja España (esta vez en versión simulada y con disfraces), a la Asociación de Mujeres Progresistas de San Andrés del Rabanedo improvisando la música cuando se acabó el disco, a Trobajo del Cerecedo en una genial performance de High School Musical, a Mozóndiga recreando el mundo marino de Nemo, a Villar de Mazarife escenificando una boda gitana y para recrear los Felices Años 20 de la mano de la Asociación de Hosteleros del Barrio Romántico. Incluso para ver a la alcaldesa de Mansilla de las Mulas disfrutar de lo lindo con su séquito. Pero cuando apareció Color in Motion de Carrizo de la Ribera, el tiempo y el espacio cobraron otra dimensión. De la mano de Santiago García, Di de Sant, el carnaval se hizo estilo, color y elegancia. Ya había participado el domingo en el desfile de San Andrés del Rabanedo, pero ayer volvió a superarse de nuevo. Tejidos, iluminaciones, incluso toques coreográficos... Todo resultó mágico. La reina y su carroza Pasó después San Feliz de Torío, con una delicia de La Bella y la Bestia y para el cierre quedó la Reina del Carnaval, Lidia Rodríguez, aderezada con una magnífica carroza y estupendamente ataviada con el disfraz que le otorgó el título de este año. Dos atascos después del chiste fácil con el policía de turno («¿Y ese disfraz, de dónde lo has sacado?») el personal volvió a casa y se quitó la careta. A partir de hoy toca coger el sayo, que la cuenta atrás para la Semana Santa no ha hecho más que empezar y de un desfile a otro no falta tanto. Cambia la música y el colorido, pero lo de la concurrencia es perenne, así que... vuelta a empezar.