La localidad recupera su entrada histórica desde la carretera de Caboalles a través del Camino
El Adif elimina el paso sin barrera de Sariegos con un puente sobre las vías
La infraestructura, valorada en más de un millón de euros, estará lista esta primavera
Vista de las vías del tren a su paso por Sariegos desde el nuevo puente que se está construyendo
sariegos
Sariegos está a punto de recuperar su entrada histórica al pueblo desde la carretera de Caboalles, a través del denominado Camino, que pasa delante del edificio consistorial. El principal obstáculo de ese trayecto, que era el paso sin barreras sobre las vías del tren, se va a solucionar con un puente de doble calzada cuya construcción ya está muy avanzada.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) sufraga los 1.040.850 euros en que está presupuestada la obra, que comenzó a ejecutarse el pasado mes de noviembre. Ya se pueden ver las rampas de acceso y la estructura de tierra que se hormigonará para el paso de vehículos. El puente facilita la entrada desde la C-623 al Ayuntamiento.
Además, el Ministerio de Fomento remitió a finales del año pasado una carta al Ayuntamiento indicando que va a estudiar cómo eliminar la intersección de la carretera de Caboalles hacia Pobladura y Carbajal con una rotonda, como ya hizo a la altura de Azadinos. Ese cruce está situado un poco más arriba de la salida del Camino y no se desplazará.
Precisamente esa glorieta constituye el colofón de una serie de reformas iniciadas hace cinco años en la zona para mejorar el tráfico en el municipio, tras la construcción en el 2003 del nuevo puente sobre el Bernesga, a la salida de Carbajal, con 330.000 euros, y la modernización de la travesía que enlazaba el puente con la carretera de Caboalles, inaugurada en el 2008.
Paso sobre el río
El nuevo puente sobre el río se construyó con dos carriles, una longitud de 65 metros y una calzada de 9,5 metros de anchura que incluye aceras de 1,25 metros para que los vehículos y los viandantes puedan cruzar el Bernesga con comodidad. Esa mejora, alabada por los conductores y los peatones, se quedaba, sin embargo, coja al desembocar en la vieja carretera plagada de curvas y baches, que serpenteaba hasta entroncar con la C-623 a lo largo de un kilómetro y medio. La nueva conexión que la sustituye posee 400 metros y ha costado 241.000 euros con cargo al fondo de Cooperación que distribuye la Junta a la Diputación.
Sin curvas
Elimina, además, todas las curvas menos dos, que son necesarias para que esa conexión salga al mismo punto que ahora, frente al nudo de Pobladura con la carretera de Caboalles.