La talla humana de un grandísimo orador
Afable en el trato, paciente con la multitud de gestos de cariño que le quisieron profesar desde todos los rincones de León por los que pasó y sublime en el discurso, el cardenal Amigo Vallejo demostró en la tierra natal de sus abuelos por qué ha superado el rango de arzobispo.