Curiosidades
Del libro con inscripciones a la luz de plata
El retablo del Santuario de La Virgen del Camino es barroco, obra de los leoneses Pedro y Antonio de Valladolid. Sus dimensiones se elevaron hasta los doce metros de altura para cambiar la forma abovedada antigua a la iglesia actual, pero mantiene los ocho metros de anchura originales.
Un centenar de ángeles
La pieza muestra más de un centenar de rostros de ángeles o de cuerpo entero. Ahora se ha descubierto, como curiosidad, dos que se tiran del pelo. Están situados en la columna izquierda (derecha si se mira de frente), junto a la imagen de la Virgen. También destacan ánegles cabeza abajo o de costado que parecen estar jugando.
Un cambio de pájaros
El retablo no muestra palomas, como suele ser habituales, sino gorriones en los capiteles de las estípites del primer cuerpo. Aparecen como adornos junto a hojas de acanto.
El libro de San Froilán
En él se puede leer que la pieza y el retablo se realizaron con las donaciones de un descenso de La Virgen a León. La talla ha recuperado su policromía y está considerada «una joya».
Los costados del camerín
La restauración recupera el cuero que cubre el camerín de la Virgen, con pan de plata y flores de colores que hasta ahora aparecía negro. Los autores han dejado un cuadrado de muestra en el techo interior para que se aprecie la limpieza. Ahora, la Virgen destaca por su luz plateada sobre el sagrario antiguo que vuelve a mostrarse.