Cómo salvar el mundo

león

De niños todas las personas tienen un don que, desafortunadamante, se va perdiendo con el tiempo. Algunos, tienen la suerte de no crecer nunca y ésos son, precisamente, los más afortunados, porque pueden conservar una mirada que, antes o después, el resto termina perdiendo y en la que se refleja lo verdaderamente importante de la vida.

Cerca de medio centenar de alumnos con síndrome de down del colegio Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, son de esas personas que aún tienen en la mirada la ilusión de ver crecer un árbol. Para ponérselo más fácil, ayer plantaban uno en el patio de su propio colegio, con motivo del Día Mundial Forestal que se celebraba el pasado sábado y que tiene como principal objetivo concienciar a todos los ciudadanos, sea cual sea su origen, su condición, su religión o su edad, de que es necesario respetar el Medio Ambiente y en especial los árboles.

Por eso los niños del Sagrado Corazón decidieron plantar este árbol, del que ya son los responsables y, además, estuvieron acompañados por el vicealcalde de la ciudad, Javier Chamorro y la concejala de obras e infraestructuras, Gema Cabezas, que fueron los invitados de honor a un acto más que solemne, los testigos de que estos jóvenes han aportado a la naturaleza su granito de arena, un paso más para salvar el mundo.

Pero el trabajo no ha hecho más que empezar, a partir de ahora la responsablildad es mucha, para conseguir que las raíces de este árbol se amarren al suelo y pueda seguir creciendo. Se trata de un acontecimiento muy importante para todos, pero son sólo unos pocos los que se dan cuenta de que ésta es la única manera de colaborar para que la naturaleza siga su curso y, con ella el futuro de todos los hombres.

El Día Mundial Forestal se celebra el primer día de la primavera y pretende crear hábitos que consigan que las personas sean respetuosas con algo tan importante para la supervivencia del medio ambiente. Los bosques proveen a todos los pueblos del mundo de bienes y servicios esenciales, sociales, económicos y ambientales, y contribuyen a la seguridad de la alimentación, del agua y del aire limpios y son fundamentales para lograr el desarrollo sostenible. La gente ocupada tiene mucha suerte de que todavía haya personas que no han crecido y que, en definitiva, son capaces de salvar el mundo.