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El exceso de emisiones ha costado 110 millones a las térmicas leonesas

Publicado por
M. J. Muñiz
León

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El exceso de emisiones contaminantes que lanzaron a la atmósfera las centrales térmicas de la provincia en los tres últimos años supuso un sobrecoste para las empresas eléctricas de 110 millones de euros. Es una de las razones esgrimidas por Fenosa y Endesa para justificar el recorte en el consumo de carbón nacional dentro de su parque de generación.

Según un informe realizado por la Dirección General de Energía y Minas, las tres térmicas de la provincia tenían asignados entre el 2005 y el 2007 un total de 28,6 millones de toneladas de emisiones. Sin embargo, las emisiones reales se elevaron en ese periodo a 37,8 millones de toneladas, 9,3 millones más.

Por estas emisiones contaminantes a mayores las térmicas de Compostilla, La Robla y Anllares pagaron 110 millones de euros, a pesar de que en el último año el precio de la venta de derechos de emisión registró un fuerte descenso en Europa. Al contrario de esta tendencia, las previsiones para los próximos tres años, según los responsables autonómicos de Energía, pasan por un fuerte incremento de este coste: al margen de la evolución de los precios, las térmicas tienen cada año menos derechos de emisión. Las soluciones tecnológicas para la combustión limpia están aún muy lejos de poder ser aplicadas en la práctica.

Ante esta situación las compañías eléctricas ya advirtieron hace meses que la utilización del carbón para la generación eléctrica les supone en la práctica un sobrecoste difícil de asumir.

La evidencia del coste que supone cumplir la normativa medioambiental ha llevado también a las empresas mineras a proponer al Ministerio de Industria, entre las posibles soluciones para el problema que ahora las enfrenta a las eléctricas, un mecanismo que compense las penalizaciones que han de pagar por quemar carbón. Carbunión propone vincular los derechos de emisión de CO2 al consumo de carbón nacional, de forma que no se descuenten esos derechos de la retribución de la energía, como ocurre actualmente. Una fórmula que no está mal vista por el Ministerio de Industria.