| Reportaje | Frente al fracaso escolar |
La exclusión juega en su contra
El Comité Provincial de Cruz Roja elabora el programa de prevención del absentismo escolar y compensación educativa para implicar a las administraciones en la resolución del problema
Una de las charlas impartidas por Cruz Roja en su sede para analizar el absentismo escolar
león
La normativa educativa establece como obligatoria y gratuita la enseñanza básica, desde primaria hasta la ESO, y fuerza a las administraciones a impulsar medidas de acción encaminadas a normalizar la escolarización de los grupos más desfavorecidos socialmente.
El absentismo es uno de los principales retos a los que se enfrenta la comunidad educativa porque está muy relacionado con el fracaso escolar y el abandono prematuro de los estudios e, incluso, puede derivar en casos aislados de violencia.
La Consejería de Educación ya impulsó en el 2002 un plan de prevención y control de esta cuestión y en él abundó en la necesidad de encontrar mecanismos efectivos para terminar con los casos de absentismo en la comunidad.
Con este mismo propósito, Cruz Roja ha realizado en la provincia un programa de prevención en el que recoge distintas acciones dirigidas a complementar las actuaciones que impulsan los propios centros.
Según el estudio, elaborado a través de diferentes entrevistas con padres, jóvenes y profesores, esta problemática afecta principalmente al alumnado extranjero, que supone actualmente el 2,6 por ciento de todos los estudiantes, y a las minorías culturales, que representan al 1,7 por ciento.
La directora provincial de Intervención Social de Cruz Roja, Ana María Franco Astorgano, explica que estos chicos «constituyen un colectivo en situación de riesgo», apoyado, en el caso de los inmigrantes, en la barrera que para ellos supone el no conocer la lengua, lo que dificulta su incorporación a las aulas. «Los padres no hacen seguimiento de los niños porque están pendientes de su propia adaptación, que pasa por la estabilidad laboral, la vivienda... no por la escolarización», explica. «A medida que la edad y el curso aumentan, del mismo modo lo hacen los prejuicios de los autóctonos con los inmigrantes, que suelen estar separados o aislados en el patio del colegio, por lo que su integración es mínima».
Economía sumergida
Los resultados de la investigación, que cuenta con el apoyo económico de la Junta, apuntan, igualmente, a que entre la población de etnia gitana «existe una tendencia generalizada a creer que los niños deben interesarse por la profesión de su padre y éste es el ejemplo que deben seguir». Por lo tanto, la escolaridad para ellos tiene «escasa importancia», recuerda Ana María Franco. «Las niñas deben encargarse de cuidar a sus hermanos pequeños y, si acaso, de ocuparse de las tareas domésticas», argumenta.
En cuanto al resto de la población, Cruz Roja asegura que se registra absentismo ya desde el ciclo de infantil, «porque la escolaridad no es obligatoria y algunos padres piensan que no pasa nada porque sus hijos no asistan varios días a clase», lamenta la responsable de Intervención Social, quien, continúa, recuerda como en primero y segundo de primaria «no es evidente el fracaso escolar de los niños y por eso no faltan tanto». A partir de tercero comienza a aparecer el absentismo, que «tiene como causa fundamental» un descalabro educativo para el propio niño.
Efectos
El informe de esta oenegé recuerda como la «persistencia de este fracaso va asociada a problemas del comportamiento del menor», que es más pronunciado según avanza de curso, «llegando a 1º de ESO con una problemática instaurada».
En esta etapa es mucho más evidente el absentismo ligado a dificultades socioeducativas diversas que desembocan en expulsiones, «aparejadas a distintas formas de violencia juvenil».
A estas alturas, explica Cruz Roja, ya existe un «problema serio para el centro y, por supuesto, para las familias del chico o chica en cuestión».
Entre las causas que afectan a todo el ciclo escolar, el informe de esta organización sentencia: «La enseñanza no es atractiva». Según el anáisis que han realizado con cien estudiantes del Instituto Ordoño II, el único que colaboró de manera activa en la iniciativa, los contenidos de las diferentes disciplinas están descontextualizados, no ofrecen expectativas, se aburren y no ven progresos.
Consideran que los mecanismos legales para terminar con el absentismo son «insuficientes» porque «existe descoordinación administrativa y faltan recursos educativos y profesorado de apoyo».
Lo fundamental
Pero para Cruz Roja las razones fundamentales que llevan a un niño o adolescente a ausentarse de clase de manera reiterada pasan por la marginación social, la falta de integración y la pertenencia a familias con economía precaria, «ya que los niños que viven por debajo del umbral de la pobreza son las principales víctimas de la crisis económica de sus padres, lo que comporta en muchas ocasiones un resultado de exclusión que implica desigualdades en educación, disfrute de ocio y, en general, de oportunidades para el desarrollo vital».
También son otras de las causas la falta de motivación académica, la desconexión territorial, el desfase entre edad y curso, la ausencia de sensibilidad en determinados centros educativos, la asunción de cargas familiares, así como el empleo de menores en trabajos de economía sumergida o el escaso valor que se le da a la escuela en algunos sectores de la población.
Esta radiografía, hecha por una oenegé, pretende proyectar diversos talleres anuales entre los responsables de Cruz Roja y los alumnos para que estos últimos participen en el proceso de prevención del absentismo.