| Reportaje | Un corazón verde |
El nuevo Retiro de Villaquilambre
El futuro PGOU reserva una gran área central, de 170.000 m2 al Norte de la Universidad, para un parque que conserve las sebes actuales, la tipología agrícola e incluya una granja
villaquilambre
Villaquilambre aspira a convertirse en una ciudad equilibrada que compagine la expansión urbana con el respeto al entorno y a sus recursos naturales. Por eso, el futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que en las próximas semanas se aprobará inicialmente, contempla poner en marcha un corazón verde de 170.000 metros cuadrados al Norte de la Universidad.
El parque, ubicado en el área central del municipio, sigue el cauce de la denominada presa Vieja y se ensancha en las proximidades del Censira. El concejal de Urbanismo, Jesús García, explica que la idea es emular al Retiro madrileño, combinando el paisaje actual con zonas de paseo, ocio, juegos infantiles y mobiliario de mesas y asientos. Su prioridad es, no obstante, conservar las sebes actuales y mantener la tipología agrícola que posee la zona para que el parque «sea lo más natural posible», indica.
También le gustaría, incluso, mantener las vallas que delimitan algunos prados y aprovechar la experiencia de los vecinos para mostrar a los visitantes una explotación de conejos, cerdos, gallinas y vacas.
Esta iniciativa encaja en el sello de cittá slow que persigue García para el municipio. Se trata de ciudades con poco ruido del tráfico en los núcleos tradicionales, que gozan de grandes superficies de zonas verdes y viales peatonales, preservan la estética y fomentan la relación de vecindad. También destacan por potenciar la depuración de las aguas y la recogida selectiva de basuras, además de recuperar la huerta tradicional e intentar evitar el deterioro ecológico.
Para que esa filosofía no se quede en meras palabras, todo el PGOU se ha impregnado del modelo città slow y fija las bases para hacer realidad la utopía. El documento parte de un hipotético municipio de 46.000 habitantes en el horizonte de los próximos 26 años. Para ello, se reserva el área entre las carreteras a Collanzo y Santander como el principal nervio de expansión, donde se podrían construir más de 15.000 viviendas que rompieran el actual diseño en línea de Villaquilambre. En concreto, se permiten 13.788 en suelo urbanizable, de las cuales el 30% serán de protección oficial, y otras 1.470 en suelo urbanizable no consolidado. Junto al planteamiento moderno de ciudad, una de las principales iniciativas del PGOU es la protección de los núcleos tradicionales para la preservación de su carácter rural.
De hecho, se va a establecer una ordenanza específica para regular la edificación en los ámbitos que se identifican con el casco tradicional en cada uno de los núcleos de población. «De esta forma, se evitará la degradación de la imagen de los pueblos que han provocada ordenanzas anteriores, en cuanto a número de alturas o medianeras», explica García.
Las áreas de esparcimiento se conciben «como un factor clave del equilibrio ambiental y de la integración social», señala. El plan amplía la red de espacios libres públicos con corredores verdes «que estructuran la trama urbana y conectan las áreas verdes que ya existen para poner en valor los recursos naturales del municipio», puntualiza.
De ahí, la construcción de los carriles-bici para fomentar el transporte ecológico y la conversión de las márgenes del río Torío en la otra gran área de esparcimiento de Villaquilambre. La ribera del río se ha clasificado como suelo rústico con protección natural en la zona Norte para preservar la fauna y flora y dejar intacto el paisaje original. La zona Sur se integrará como un parque fluvial lineal con espacios libres, instalaciones deportivas, carril-bici y puentes peatonales.
Valores naturales y urbanos
El plan plantea, además, la recuperación del paisaje tradicional de huertas mediante el fomento de huertos de ocio situados en terrenos públicos, al igual que hace león en la zona de La Candamia. Señala, además, un ámbito de protección ambiental para los cascos tradicionales de Villasinta y Villaobispo, donde se reordenará el entorno de la iglesia para crear espacios libres públicos alrededor del templo y la peatonalización del viario vinculado al cauce de la presa de Villamoros, fomentando la continuidad de los recorridos peatonales y poniendo en valor las presas que atraviesan el municipio. El Ayuntamiento contempla realizar una política medioambiental de reutilización y revaloración del territorio para que exista un equilibrio de valores naturales y urbanos.