Martínez Montero recibió por este estudio el premio Mariano Rodríguez
La ULE publica un libro sobre el papel de la escalera en el siglo XVI
Analiza su influencia en la arquitectura civil en el Palacio de los Guzmanes o el del Conde Luna
león
El área de Publicaciones de la Universidad de León suma a su colección un nuevo título: «La escalera en la arquitectura civil del siglo XVI en las provincias de Burgos y León», cuyo autor es el joven leonés Jorge Martínez Montero. Un estudio que le ha servido para obtener el Premio «Mariano Rodríguez» para jóvenes investigadores de la Fundación «Carolina Rodríguez» en el área de ciencias sociales y humanidades que concedió la Universidad de León en su convocatoria del año 2007.
Nacido en Madrid en 1980, Jorge Martínez Montero es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de León donde cursó estudios de doctorado tras la obtención del diploma de Estudios Avanzados en el área de Historia del Arte. Becario predoctoral de la Universidad de León y de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León para el departamento de Patrimonio Artístico y Documental, ha desarrollado actividades docentes de enseñanza reglada en las licenciaturas de Historia e Historia del Arte, y ha realizado numerosos artículos, comunicaciones y ponencias vinculados con la arquitectura del renacimiento en España.
En «La escalera en la arquitectura civil del siglo XVI en las provincias de Burgos y León», Martínez Montero hace un estudio evolutivo de la escalera claustral de varios tramos y caja abierta a lo largo de los diferentes modelos constructivos de la arquitectura civil hispana del siglo XVI, que según el autor «pone claramente de manifiesto la reiterada presencia de una misma tipología en un campo de acción muy concreto del norte peninsular: los focos provinciales de Burgos y León, considerados de primera magnitud en la expansión del mundo artístico del Renacimiento».
Las características
En lo que se refiere a la provincia de León, explica Jorge Martínez, «el desarrollo de la escalera civil en el siglo XVI, tiene como principal característica la creación de tipologías de escaleras claustrales de dos y tres tramos en las más insignes moradas construidas a lo largo de la primera mitad de siglo». Así, resalta como máximo exponente la escalera del Palacio de los Señores de Grajal, en la localidad de Grajal de Campos. Además, reconoce que otros inmuebles en la ciudad de León presentan buenos ejemplos de escaleras monumentales de primera magnitud en el campo de la arquitectura civil renacentista, es el caso del Palacio del Conde de Luna, donde todavía se conserva uno de los tramos de la escalera claustral materializada por el maestro Andrés de Buega, el Palacio de los Guzmanes, cuya escalera claustral de tres tramos se erigió gracias a las trazas del arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón y a las directrices de su aparejador, Juan del Ribero Rada; o la casapalacio del marqués de Villasinda, constituyen algunos de los modelos documentados y parcialmente conservados más señeros de escaleras renacientes.
La ornamentación
Uno de los aspectos que también analiza el libro, a tener en cuenta en el desarrollo de la arquitectura del renacimiento burgalés y leonés, es la «exigua ornamentación en la que se ve envuelta». De hecho explica que ante la desaparición fortuita de muchas de estas escaleras, «escasos son los aspectos ornamentales o meramente estilísticos que de ellas conocemos, valores que nos podían haber puesto en la pista del papel que han ocupado originariamente, su autoría y valor simbólico dentro del ceremonial aristocrático del momento».
En cuanto al papel de la escalera, el autor asevera que «no se reduce a un simple módulo articulador del inmueble, sino que va más allá, la disposición previa de su caja, su localización o ubicación en una parte muy concreta del edificio, e incluso, la determinación de su traza, son algunas de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de conocer el proceso de gestación de la misma». Destaca también su «profundo valor simbólico, análisis iconográfico u ornamental, que contribuyen de manera más directa a discernir el significado original de la escalera, tratando de darla a conocer como una obra artística más, incidiendo en una serie de valores que faciliten su integración en el conjunto arquitectónico». De manera más reciente, Martínez Montero acaba de publicar el primer volumen titulado «Arquitectura civil en Burgos: la Casa de Miranda. Aproximación histórico-artística» , que inaugura la colección Patrimonio de la Editorial Gran Vía.