| Tribuna política | Desde el Rubicón |
Una de piratas
Hasta el castellano sindicalista Agustín Prieto asegura que León está «a años luz» de Valladolid. Lo que no dice es que a León le apagaron la luz hace más de 25 años
Ya nada es lo que parece en León. Que le pregunten al sentenciado portavoz del principal partido de la oposición a Isabel Carrasco, al que le tienen preparada la liquidación y sólo está a falta de que una paloma mensajera se cuele por entre los barrotes del Palacio de los Guzmanes y le deje encima de su mesa un pergamino con la orden del adiós. Lo asumirá, como asumió que su cabeza rodaría en plena Semana Santa con la visita de emisarios. Está cantado el sacrificio, en aras del ajuste de cuentas con la anterior dirección del partido (una de tantas), que quiere ejecutar y aconseja el de los números primos a los segundos de abordo, como ésta cantado el nombre del sustituto, al que en las filas -”cada vez menos prietas-” socialistas se conoce con el sobrenombre del obispo.
En tanto llega la ejecución, una de piratas. Al portavoz le dijeron que se echara a la espalda la organización electoral de cara a la cita de los comicios europeos en junio en la provincia de León. Cuentan las malas lenguas que aún le duran los efectos del ataque de risa que le entró, precisamente por entender una burla en sus propias narices la oferta de responsabilidad que trataban de colarle. El ruido de sables en las estancias que ocupan los cargos del socialismo leonés lejos de cesar se acentúa. En esta situación es raro ver a algún parroquiano mirar a la casa de enfrente. Bastante tienen con sujetar las alfombras, los tapices manchados que, sucios y todo, sirven para tapar la suciedad. En tanto, Canedo, Demetrio Alfonso y no el de Camponaraya, espera que su cabeza ruede, pero no es capaz de sujetar la risa. Claro que como la risa dicen que va por barrios, alguno en el seno del PP de la Diputación está que se troncha con el asunto de las oposiciones, porque cree que con él va a poder hacer mella a su presidenta. Y es que el controlador del Palacio de los Guzmanes ha perdido el control y utiliza sus «medios» para minar a su presidenta. La historia se repite.