«La Diputación debe de ser la seña de la identidadde la provincia»

Siete años al frente de la institución provincial (1984-1991). «Los primeros meses fueron muy liados. Había que hacer que eso funcionara, pactamos con AP y conseguimos estabilizar la Diputación». Pérez Ruiz recalca que las obras básicas en los pueblos fueron su prioridad. «1.200 núcleos de población sin apenas servicios, necesitaban luz, teléfono, asfaltado...» También evoca «la ilusión» de los alcaldes en aquella época con el nuevo enfoque de la gestión provincial. «Había un constante movimiento en el Palacio de los Guzmanes que ya se ha perdido».

La restauración del Monasterio de Carracedo, el proyecto de la pista del aeropuerto o la compra de Pallarés son algunos de los objetivos conseguidos que más le enorgullecen. Cree que la Diputación debe de ser «la seña de la identidad de la provincia, la comunidad es Castilla y León se ha quedado marginada; la institución provincial ha de tener más protagonismo y llevar las riendas».