Anuncian que el día 10 no montarán los puestos en Clarés y se manifestarán por la ciudad
El desacuerdo entre vendedores y Ayuntamiento hace peligrar el rastro
El consistorio afirma que «a día de hoy» la de Clarés es la única opción para que seponga el mercadillo
Ricardo Torres, María Rodríguez, la moderadora Nuria González, Arancha Miguélez y Ángeles González
león
El duro enfrentamiento que mantienen los vendedores ambulantes y el Ayuntamiento de León por el traslado del rastro a la zona conocida como desguace de Clarés, detrás del estadio de fútbol Reino de León, podría poner en peligro la continuidad de un mercadillo que ya forma parte de la vida de los leoneses, del que viven 400 familias, que visitan cada domingo entre 15.000 y 20.000 personas y que ocupa 1.100 metros.
Un polémica iniciada tras el anuncio realizado por la concejala de Comercio, María Rodríguez, de trasladar el rastro, sin compromiso de vuelta, ante las obras que se acometerán en el talud que separa el Paseo de Palalaguinda de la avenida de La Facultad. «Vamos a invertir una importante cantidad de dinero en esas obras por lo que no podemos permitir destrozar el paseo después con el rastro», recalcó María Rodríguez que aludió a los «efectos negativos» que deja cada domingo el mercadillo y que provoca numerosas quejas vecinales.
Así lo manifestó en el transcurso de la tertulia «Diario de León tiene la palabra» que abordó esta polémica. La concejala socialista se mostró inflexible en cuanto a la posibilidad de buscar otra ubicación que no sea Clarés, algo que tan sólo hará «si después de un tiempo se cumplen las predicciones de los vendedores de que bajan las ventas». De hecho dejó sobre la mesa su compromiso de que «si no es la ubicación ideal volveremos a negociar» aunque reconoció que «a día de hoy» no es posible comprometer otra ubicación.
Por su parte, el portavoz de la Asociación de Vendedores Ambulantes, Ricardo Torres, aseguró que «ir a Clarés es morir». Anunció que el día 10 de mayo, el primero que el rastro se trasladará a Clarés, no montarán los puestos, es decir, no habrá mercadillo, y se manifestarán por las calles de la ciudad, una movilización que ya tienen autorizada. Además, Torres explicó que en ese solar no habrá espacio para puestos y vehículos, que no tiene la limpieza necesaria y que una zona está sin asfaltar. Ricardo Torres recordó que cada puesto para alrededor de 600 euros al año en impuestos municipales. «El mercadillo no es un regalo», recalcó el portavoz de los vendedores ambulantes.
A la tertulia también asistió la concejala del PP, Arancha Miguélez, aseguró que se trata de una decisión tomada con «premeditación» por parte del equipo de gobierno con la excusa de las obras de Papalaguinda para que el rastro no vuelva a este emplazamiento. Calificó de «radical» la postura del Ayuntamiento.
La presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de León, Ángeles González, pidió al consistorio que no se aleje el rastro del centro de la ciudad.