El Gobierno mantiene la línea Sama-Velilla en contra del PSOE leonés
El Ejecutivo de Rodríguez Zapatero contesta que la infraestructura estará terminada en dos años como respuesta a una pregunta del senador Fidel Cerezales
Una de las muchas manifestaciones celebradas en León en contra de la construcción de la línea.
El Gobierno mantiene el proyecto de construcción de la línea Sama-Velilla, a pesar del rechazo frontal manifestado por el Partido Socialista de León y de las 30.000 alegaciones presentadas al trazado, que cicatriza parte de la montaña central leonesa.
El Ejecutivo conserva íntegra la planificación de los sectores de gas y electricidad para el periodo 2008-2016, que incluye la ejecución del polémico tendido, que estará operativo en dos años, según la respuesta dada por la administración a una pregunta registrada por el senador leonés Fidel Cerezales. La contestación, fechada en el mes de mayo, no recoge el compromiso del actual portavoz del Congreso, José Antonio Alonso, de cambiar el itinerario de la infraestructura eléctrica y tampoco evidencia una retirada de la iniciativa.
El propio ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró en enero que el plan energético se hará sólo con el consenso de las partes, algo difícil de satisfacer debido a la confrontación suscitada por la línea de alta tensión.
Sin embargo, el presidente de Red Eléctrica de España, Luis Atienza, afirmó que cumplirán el plazo anunciado para esta infraestructura, que deberá entrar en funcionamiento en el 2011, siempre que llegue la autorización del impacto ambiental.
El Gobierno precisó a Fidel Cerezales que el calendario de obras fija la finalización de las mismas en 24 ó 30 meses, por lo que los trabajos deberán iniciarse antes de que concluya este año o a principios del próximo.
Esta postura responde a los intereses de la Federación Socialista Asturiana, que considera «fundamental» esta actuación para las políticas energéticas desarrolladas por el ejecutivo de Vicente Álvarez Areces.
Mientras tanto, el PSOE leonés anunció una retahíla de medidas para intentar forzar a Zapatero a que retire de sus previsiones este tendido. El secretario provincial del Partido Socialista y alcalde de la capital, Francisco Fernández, comprometió que la línea no se va a construir tal y como está concebida.