Rubinat denuncia el abandono del antiguo matadero de Oblanca
Explica que es lugar de reunión habitual de jóvenes que queman y arrancan el material para venderlo después
Estado en el que quedaron las naves y el exterior de Oblanca tras el incendio del fin de semana.
El concejal leonesista, Luis Herrero Rubinat, manifestó su preocupación por el estado en que se encuentran las instalaciones del antiguo matadero de aves, en la carretera de Caboalles. «El pasado fin de semana se produjo un aparatoso incendio, presuntamente provocado, cuya humareda era perfectamente visible a varios kilómetros de la zona». Al lugar hubieron de presentarse una dotación de bomberos de León, Protección civil de San Andrés y las policías local y nacional. Según informaron algunos vecinos al edil, «es habitual la presencia de grupos de jóvenes en esas instalaciones, a las que se accede sin dificultad desde el exterior, que arrancan y queman materiales para la venta de hierro y otros elementos». Rubinat considera que esta situación supone un «peligro para los autores de estos actos y para los propios vecinos, habida cuenta del material altamente inflamable, como espuma y polietileno, que prolifera en las naves».
Además, según algunos testigos, «se están produciendo cada vez con más frecuencia actos de vandalismo en la zona, como rotura de cristales de coches o el apedreamiento de propiedades».
A las instalaciones se accede perfectamente desde el exterior, las puertas están abiertas «al parecer cuando se cierran, estos jóvenes se encargan de reventar el sistema de bloqueo» y por orificios abiertos en la fachada «a golpes, desde el exterior».
Rubinat destaca la peligrosidad de estas prácticas y del propio acceso al antiguo matadero «donde existen pozos a nivel del suelo, al descubierto, sin ningún tipo de protección, al parecer alguno con catorce metros de profundidad». Los vecinos proponen como solución para impedir males mayores dificultar el acceso desde el exterior o demoler las naves.