«No hay escenario verosímil en el que el carbón desaparezca de la generación»

«No hay ningún escenario verosímil en el que el carbón desaparezca o disminuya su peso en la generación energética. De hecho, es la que más ha crecido en el mundo en los últimos años». Así lo señaló ayer Cayetano López, director adjunto del Ciemat, durante el debate titulado La energía: el motor de la vida. ¿Es imaginable y posible un mundo sin combustibles fósiles? , que se celebró ayer dentro del ciclo El mundo que nos espera , que organiza en el Museo de León la Hullera Vasco Leonesa. López analizó la situación actual de la generación energética junto a Fernando Martí, vicepresidente de la Comisión Nacional de la Energía; en un debate moderado por el presidente de la Hullera Vasco Leonesa, Antonio del Valle.

López defendió que en los próximos años habrá que hacer frente a problemas en el suministro energético, porque el 88% de la energía que consume el mundo procede de combustibles fósiles, y algunos de ellos, como el crudo o el gas, tienden a desaparecer. En el caso del carbón, abundante y repartido por todo el mundo, el reto es conseguir a tiempo una tecnología limpia que permita convertirlo en un sistema de generación sostenible. De cualquier forma, explicó, cualquier mejora tecnológica en cualquiera de las energías que se utilizan supone un encarecimiento de la electricidad.

Por su parte Fernando Martí destacó que el carbón «va a seguir siendo muy necesario», y se mostró optimista sobre el futuro de este combustible. No tanto sobre la reducción de las emisiones: «China e India están aumentando enormemente su generación con carbón».

Ambos coincidieron en señalar que es necesario concienciar a la sociedad de dos asuntos: el primero que se despilfarra una cantidad enorme de la energía que se produce; y el segundo que para mantener el sistema actual es necesario crear las infraestructuras capaces de generar y transportar la electricidad. «No queremos apagones, queremos electricidad siempre, en abundancia y barata. Pero no queremos a nuestro lado centrales, ni líneas de alta tensión, ni minas. Eso no es razonable, no podemos querer el servicio y hacer como que todo lo demás no fuera necesario».