«La política de austeridad está dando sus frutos»

-En el contexto actual, ¿cuáles son las principales carencias de la empresa familiar para abordar el escenario que se avecina?

-La empresa familiar española lleva diez años formándose intensamente, conoce muy bien qué herramientas tiene a su alcance para garantizar la continuidad y está muy por delante de otros países comunitarios en esta concienciación y formación. Sin embargo, su talón de Aquiles es la comunicación. Ser capaces de hablar como familia de temas en los que a priori no piensan igual. Si estas diferencias no se reconducen en el momento adecuado, cuando se produce el conflicto es mucho más difícil encontrar soluciones. La comunicación es la clave del éxito de la empresa familiar, al margen de lo que marca el mercado.

-¿Qué lecciones están sacando los empresarios familiares de la actual coyuntura económica?

-Fundamentalmente que estar unidos les ayuda mucho. Además, los niveles de endeudamiento de la empresa familiar son mucho menores que en el resto de las compañías, y se han dado cuenta de que la política de austeridad que han llevado a cabo durante muchos años, y que ha sido criticada a menudo, ha permitido aguantar la crisis con más fuerza y mayor solvencia de cara a las entidades financieras. Son compañías más sólidas a la hora de afrontar estas situaciones, porque además de ser más austeras están más comprometidas con el proyecto que las no familiares.

-¿Esto implica que la rentabilidad y los resultados son también más moderados?

-Eso depende sobre todo del sector en el que opere la empresa, no tanto de si es familiar. Hay sectores que han tenido márgenes de rentabilidad muy altos en los últimos años, y otros más industriales que tienen un menor crecimiento, pero en los que éste es más sostenido. Lo que sí es importante en las empresas familiares es su situación saneada, que les permite hacer frente con más solvencia a los problemas de liquidez.