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Testimonio | miguel ángel zamora

«Ya es demasiado tiempo sufriendo»

La familia de los pequeños batalla desde el año 2003 para intentar recuperarlos

Publicado por
León

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«No me encuentro nada bien, la verdad. Esperanzas tengo, eso es lo último que se pierde, pero ya es mucho tiempo el que llevamos con este tema». Vio por última vez a los niños en Semana Santa del 2003: «Ese fue el principio de todo lo que nos han ocultado. Hubo fines de semana que teníamos concertada visita y no pudimos ir a verles, porque decían que no sé qué, y que no sé cuál... Todo lo han hecho a mis espaldas, todo, y eso sí que es terrible».

La primera vez que se manifestó en público, hace ahora casi tres años, la madre de los niños ya dejó entrever su decepción por lo ocurrido, pero se ha mantenido firme en la batalla legal en todo este tiempo.

Entre las decepciones grandes, la del primer abogado que contrató para poner cauce jurídico a las exigencias: «Nosotros le seguíamos pagando religiosamente las mensualidades, y nos decía que en un mes o dos, ya lo tendríamos todo resuelto, y resulta que los niños, ya habían sido entregados. Pero ese no ha sido el peor. El daño que me han hecho la Junta» (en el desarrollo de este proceso, se ha producido el relevo de la anterior responsable de la Gerencia de Servicios Sociales, ahora ocupada por un nuevo titular) «y mi ex marido no tiene perdón, y eso es lo que me gustaría preguntarles», declaró entonces, cuando el caso aún estaba en la mitad de su desarrollo.

El mayor daño. «¿Por qué han tenido que atacarme donde más daño podían hacerme?. ¿Quién les ha autorizado a quitarme mis hijos?».

Fue la primera aparición en público. Luego, incluso las televisiones nacionales se hicieron eco del asunto y lo llevaron a los informativos.

La abuela de los niños también lleva lo suyo: «Mi marido murió con la pena de no poder volver a ver a sus nietos. Ya no tenemos sosiego, no hay descanso. Cuando ya se llega a estas situaciones, es terrible. Primero, un abogado que se dio a la mala vida, nos dejó casi indefensas y aún así, tenemos la casa totalmente preparada para que, en el momento que recuperemos a los niños, puedan estar con nosotros. Después, hemos escrito a todos los estamentos posibles, al Rey, a la ministra, a la Junta, al Procurador, y todos nos dicen que harán lo que puedan menos quienes realmente tenían que haberlo hecho, que son los de la Junta de Castilla y León».

«A esos niños no les iba a faltar ninguna atención con nosotros, y sin embargo, su padre no los trató debidamente... Sólo queremos que nos ayuden», explicaron en el 2007.

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