La receta del jabón

La población infantil será uno de los grupos que más información reciban a lo largo de los próximos meses. La natural tendencia de los infantes a saltarse las normas de protocolo y educación hace que se conviertan en foco de contagios masivos en cuestión de días. Por ello, la Consejería de Sanidad prevé hacer llegar un tríptico informativo a cada alumno en el que, de forma lúdica, se explica cuáles son las conductas que entrañan más riesgo a la hora de tratar con el H1N1.

Costumbres como el de compartir un mismo vaso o botella, o «intercambiar un chicle», como señaló el propio consejero, pueden convertir una clase en un polvorín, así que los esfuerzos se centran en que los niños aprendan a cubrirse la boca al estornudar con un pañuelo, lavarse las manos «a conciencia» e, incluso, estornudar sobre la manga del jersey si no se dispone de un pañuelo a mano.

En total se distribuirán 475.000 trípticos para los colegiales, a los que hay que sumar más de 1,1 millones de ejemplares destinados a la población adulta.

Pero, ¿y si llega el desastre? En caso de que se detecte que un niño pueda tener la gripe A, habría que evitar que acudiera a clase. Pero si el contagio se produce, la consejería podría llegar a cerrar un aula entera y, «en casos extremos», cerrar un colegio en el que el índice de contagios sea muy elevado.

En todo caso, los próximos 7, 8 y 9 de septiembre se celebrarán unas jornadas en las que todos los directores de centros educativos de la comunidad, así como algún profesor, acudirán para recibir cumplida información por parte de expertos. «Muchas veces los propios padres acuden a los profesores para informarse, y aunque no se convertirán en expertos, sí queremos que manejen información exacta», explicó el consejero.