«Médicamente no hay nada que haga pensar que las cosas puedan ir a peor»
El «natural optimismo» del que ayer hizo gala el consejero de Sanidad es, quizás, la mejor receta contra la histeria que las autoridades, central y autonómica, quieren evitar. El discurso de Francisco Javier Álvarez Guisasola estuvo plagado de llamadas a la calma y mensajes de tranquilidad.
Guisasola señaló que en la actualidad, Castilla y León es la comunidad en la que menos nivel de difusión del virus se ha registrado. El nivel de incidencia es nulo, con seis casos por cada 100.000 habitantes. De esta forma, la tasa de mortalidad en la semana 33 es del 0,039, mientras que la de España se sitúa en el 0.041. Al calor de estos datos, el consejero afirmó que «no hay motivos médicos para pensar que en el futuro las cosas vayan a ir a peor».
El responsable de Sanidad no quiso jugar a los futuribles; preguntado sobre una posible mutación del virus, Guisasola señaló , «desde su optimismo», que ese cambio «también podría ser a mejor, con lo que no hay motivo para la alarma».
En cuanto a los gastos que supondrá para las arcas autonómicas la lucha contra la gripe A, el consejero no pudo dar datos definitivos, aunque sí adelantó que el gobierno central ha adelantado ya 17 millones de euros para la adquisición de vacunas. Los virales será administrados de forma prioritaria a grupos de riesgo médico, niños y profesionales que presten servicios esenciales para la sociedad como médicos, bomberos o profesores. Además, hay que añadir como gastos el coste de la elaboración del material informativo o el mantenimiento del Centro de Llamadas, donde se empleará a más de 60 personas en 16 puestos de atención al ciudadano a través de 900 222 000.
«Lo importante es que la vacuna sea segura y que no produzca efectos secundarios mayores a la enfermedad», añadió el consejero en referencia a la fecha en que estará disponible el viral.