Los cultivos azucareros perderán el 30% del rendimiento por falta de agua
La CHD comienza el corte de suministro desde el Luna en vísperas de septiembre que se prevé caluroso y seco y deja miles de hectáreas en situación de riesgo
El Luna ya ofrece una nueva entrega de la penuria que arrastra verano tras verano. La precariedad arrastra esta vez a miles de cultivadores leoneses a una situación extrema que va a repercutir en los rendimientos de los cultivos azucareros que dependen de los recursos hídricos del sistema de cabecera. El guión confeccionado y condicionado por la escasez se cumple al dedillo: la CHD ya ha iniciado los cortes de agua a los canales de riego que surten a las comunidades de regantes del área del Órbigo o el Páramo, en donde miles de hectáreas de cultivos azucareros se exponen a perder la progresión que ofrecían hasta la fecha. Septiembre es clave en el desarrollo de la remolacha y también en el reporte final que percibirán sus cultivadores. «Volvemos a jugar a la ruleta rusa. Invertimos y arriesgamos y ahora estamos ante una situación límite», se quejan los productores a los que ni siquiera les va a llegar el agua del riego que habían programado para finales de este mes. Las previsiones más optimistas adecuadas a los resultados de cosechas anteriores que se han visto envueltas en situaciones similares aciertan a cifrar en un 30% las pérdidas de rendimientos de los cultivos azucareros, sin duda los más afectados por el cierre de compuertas. «A este tipo de cultivos y a estas alturas la falta de agua le va a suponer una ruina; el calor los dejará abrasados», asumen ya los afectados que durante la última década han visto como la sobre explotación del embalse de Luna les ha sometido a situaciones de una repercusión económica extrema.
El nivel de reserva sobre la presa de Los Barrios reedita la crisis. «Si el agua ha llegado hasta ahora es gracias al interés y la disciplina que los productores han empleado en el ahorro del agua», reconocen los propios afectados ante los datos: en el embalse hay hoy dos millones de metros cúbicos de agua menos que hace un año, y acaso varias centenas de hectáreas más en el reparto de un recursos escaso y limitado. El problema, que algunos afectados llegaron a tratar de ocultar a comienzos de agosto atendiendo a unos intereses que no aparecen nada claros aún, no ha hecho más que mostrar sus consecuencias, que serán bien profundas así que trascurran dos semanas con los canales secos. Tan secos como las colas del embalse del Luna que da en mostrar lodazales sobre los valles que anegó hace medio siglo.