Los regantes del Alto Villares exigen la modernización de sus 2.200 hectáreas
El presidente de la comunidad del canal, César Pan, denuncia un sistema de riego «propio del siglo XIX» que pierde el 50% del agua e inunda un 40% más de lo necesario
César Pan, presidente de la junta de gobierno de la comunidad de regantes del canal Alto Villares, en Santibáñez de la Isla, denunció el obsoleto sistema de regadío actual que provoca la escasez de agua que amenaza sobretodo el cultivo del maíz y de la remolacha, que pueden caer un 30% y un 50% respectivamente.
Además, César Pan exculpa a las autoridades locales, las administraciones y a la CHD (Conferación Hidrográfica del Duero) de la situación y señala directamente a los propietarios y arrendatarios de las explotaciones como culpables por su desidia a la hora de emprender la modernización del sistema de regadío.
«Tenemos un forma de organizar el riego igual al que existía en el siglo XIX», especificó Pan, quién especificó que las pérdidas en principio de temporada son del 50% del agua debido al estado de las acequias pero sobretodo al sistema de riego.
Además, añadió que como consecuencia del sistema de inundación utilizado, «cuando se riega se utiliza un 40% más de agua del que realmente necesitan los cultivos».
Así, para el presidente de regantes el despilfarro de agua se combina con la escasez (ya que solamente se riega en días habilitados por la CHD) cerrando una paradoja cuya única solución, a juicio del presidente, es la modernización de todo el sistema.
Otra de las caras del actual sistema de riego aflora en la elección de los cultivos. La remolacha, la patata, los pimientos y los ajos son todavía rentables pero la escasez de agua impide la siembra del brocoli o la espinaca. De esta manera, 2.200 hectáreas de riego que gestionan casi 200 agricultores están completamente supeditadas a la cuantía del agua del canal.
César Pan señaló que con un sistema de riego automático las hectáreas de patata se podrían triplicar y se haría frente al aumento del cupo de la remolacha demandado por las azucareras.
En su argumentación, Pan criticó los riegos fuertes y distantes «que atentan contra toda teoría sobre la optimización y riego de cultivos». El presidente aludió directamente a los 60 litros por hectárea que superan con creces los 25 litros recomendados por los expertos.
En este estado de cosas, la situación de los regantes es insostenible a medio plazo. César Pan avisa que el consumo de agua en el 2010 supone un coste superior a cualquier obra por lo que podrían tener que dejar de regar.
Para el presidente de regantes del canal de Alto Villares, las comparaciones con otros pueblos y provincias dejan en evidencia el precario estado de la ribera del Órbigo.
« Cualquier pueblo de Valladolid produce unas 135 toneladas de remolacha, un pueblo de referencia de este canal produce 75. Es un 50% menos y estamos al límite», se lamenta Pan.
Por todo ello, el presidente pide a la Junta General (integrada por todos los regantes del canal) que cambie el sistema de riego y lo modernice.
«En la ribera del Ebro no sólo han triplicado la producción sino que se están repoblando todos los pueblos que utilizan el nuevo sistema», puso así César Pan Aragón como ejemplo de que una comunidad dónde sistema de riego modernizado funciona y produce beneficios, no sólo monetarios.
En conclusión, para Pan salvar los seis millones brutos de facturación de los agricultores del canal pasa por evitar la escasez de agua y modernizar el sistema de riego.