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Reportaje | sandra de miguel

Ayuda para reconstruir lazos

La Diputación presta atención especializada con un presupuesto de más de 450.000 euros a familias de municipios cuya población no supere los 20.000 habitantes y que presenten problemas estructurales

Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación, en una visita a uno de los Ceas de la provincia.

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León

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La Diputación de León emprende a través del Programa de Apoyo a Familias y con ayuda económica de la Junta, un programa de apoyo a familias que cuenten entre sus miembros con niños en situación de desamparo o que hayan infringido alguna vez la ley, con mujeres víctimas de violencia de género o que presenten problemas en sus relaciones, conflictos de pareja o violencia familiar.

La Diputación de León, a través del Programa de Apoyo a Familias, cofinanciado por la Junta de Castilla y León, desarrolla programas de apoyo a familias en situaciones que se enmarquen en alguno de estos casos:

niños de protección en situación de riesgo o desamparo; problemas en las relaciones familiares; problemas de pareja; violencia familiar; mujeres víctimas de violencia de género o menores de edad infractores.

El programa es atendido por psicólogos y otros técnicos especializados de atención familiar, mediante proyectos individuales y adecuados de observación, con el objetivo general de proporcionar a las familias que presentan dificultades de relación y convivencia o limitaciones en el desempeño de sus responsabilidades básicas, todos los apoyos y recursos necesarios para su completa integración personal y social.

En la provincia leonesa se cuenta con seis equipos de intervención familiar integrados por seis psicólogos y diez educadores, lo que supone un equipo por cada cuatro zonas de acción social, además de una psicóloga responsable del programa.

Entre los objetivos específicos del programa se pueden destacar la eliminación de conductas que puedan causar situaciones de maltrato o abandono; proporcionar a las familias formación y habilidades para la atención a los hijos; prestar apoyo a las familias en el cumplimiento de sus funciones, especialmente en el caso de las monoparentales; atender problemáticas de conflictividad familiar, sobre todo en situaciones que impliquen ruptura familiar; ofrecer mediación y orientación a la pareja en procesos de separación o divorcio; ofrecer apoyo psico-social a mujeres en situación de alto riesgo, embarazadas, etcétera; colaborar con las unidades de intervención educativa en la atención a menores infractores con medida de intervención en medio abierto o proporcionar ayuda económica a la familia para asegurar la adecuada cobertura de las necesidades del menor en su entorno de origen.

El trabajo con las familias. La ayuda a las familias se realiza en coordinación con los profesionales que integran los distintos Ceas. La demanda llega al programa a través de los propios Centros de Acción Social, pudiendo haber sido comunicada desde los servicios de Educación o de Salud, o bien es la propia familia la que se acerca al centro para solicitar ayuda y son los profesionales de los Ceas, si así lo determinan, los que ponen el caso en conocimiento del programa.

También la sección de Protección a la Infancia de la Junta de Castilla y León puede requerir el trabajo de los Equipos de Apoyo a Familias para trabajar con familias de niños en situación de desprotección, que bien permanezcan en el domicilio con ellas, o que, si han sido retirados temporalmente, puedan volver en condiciones seguras. Las técnicas de los educadores y psicólogos van encaminadas a modificar las actitudes de las familias, sobre todo, para garantizar que las necesidades básicas de los menores se encuentren cubiertas y no corran ningún riesgo. Para ello proporcionan a los padres y madres habilidades y comportamientos adecuados referentes a las distintas carencias que se planteen, dando pautas sobre organización, higiene, gestión económica, etcétera. También se trabajan técnicas de autocontrol, comunicación o mediación cuando surgen problemas interpersonales.

El trabajo educativo, generalmente, se lleva a cabo en el domicilio familiar. La intervención con el psicólogo, por su parte, tiene lugar en los despachos ubicados en las sedes de los Ceas.

Datos de ayudas. La intervención en una familia puede tener una duración entre ocho meses y dos años. A lo largo del ejercicio han sido atendidas las necesidades de 75 familias y 148 menores. Astorga y La Bañeza son las dos localidades donde se ha producido un mayor número de intervenciones, un total de 9 en cada una de ellas, seguidas de Villablino y Toreno con 6 casos atendidos. A estas cifras hay que añadir que se ha prestado apoyo psicológico a 17 mujeres con problemas de conflictividad familiar.

Principales problemas. Si bien no conviene crear estereotipos, sí se detectan características comunes a las familias atendidas como problemas y limitaciones significativas en los padres y madres para atender adecuadamente a sus hijos; problemas importantes en la relación entre padres e hijos y problemas también en áreas de funcionamiento tales como el apoyo social, las dificultades económicas, el desempleo o los problemas de salud mental.

El presupuesto destinado a este Programa de Apoyo a Familias, cofinanciado por la Junta de Castilla y León y enmarcado dentro del área de Bienestar Social, sobrepasa los 450.000 euros.