Análisis | f. ramos
El amigo del presidente
La Junta presidida por José María Aznar entregó la concesión de la ITV a Itevelesa, sociedad creada por el ex consejero Miguel Pérez Villar, y lo hizo por 30 años
Si hubiera que buscar un refrán que permitiera definir el desfase económico que supone el coste que cobra la Junta por pasar la ITV, bien pudiera ser aquel que reza: «De aquellos polvos vienen estos lodos». Y es que la Junta presidida por José María Aznar entregó la concesión de la ITV en la comunidad a Itevelesa, sociedad creada por el ex consejero de Economía y Hacienda, Miguel Pérez Villar, por entonces amigo de Aznar, y lo hizo por 30 años. Si las cuentas no fallan, la sociedad tiene hasta el 2020 para rentabilizar el servicio, si es que no lo ha hecho ya, algo que parece razonable pensar a la vista de los precios que cobra. Pero estas amistades le están saliendo caras a los leones que ven como la Junta, ya sin Aznar y sin Pérez Villar, a través del servicio de Industria sigue subiendo los precios de la ITV y todo por mor de la dispersión geográfica. «Cosas veredes...», que diría Don Quijote.