«Los medios tienen que acorralar sin complejos las ideas machistas»

Pilar López Díez hablará mañana en el centro cívico León Oeste (10.00 horas) sobre la aportación que los medios de comunicación pueden realizar para la resolución de la lacra de la violencia de género. En esta entrevista adelanta algunas ideas.

-Siguiendo con el título del foro ¿Cómo venden los medios a las mujeres?

-Por desgracia, y tan reciente el reportaje de la prostitución en la Boquería de Barcelona, los medios venden muy bien a las mujeres para su propio beneficio; a los medios les viene muy bien vender a las mujeres y, algunos, destacan aquellos aspectos de la mercancía que les interesa, sin tener en cuenta la condición de sujetos y la dignidad de las mujeres. Pero algo ha cambiado : la proporción de mujeres políticas que aparecen representadas en los medios desde que tenemos un gobierno paritario ha subido espectacularmente. Y eso es bueno porque estamos creando modelos de identificación que se alejan de la folclórica y de la artista. Como señala la Ley de Igualdad, la política de cuotas debería extrapolarse a las empresas, incluidos los medios de comunicación.

-¿En qué debe cambiar el tratamiento informativo de la violencia machista?

-"La información es muy igual y repetitiva y sólo recoge la punta del iceberg: cuando un hombre violento asesina a su compañera, pero la violencia de género tiene un calado más profundo que los medios tienen que atender. Hay que acorralar más, y sin complejos, las ideas machistas que tanto se defienden en los comentarios de los periódicos on-line. Los y las periodistas que tratan la violencia de género deben asumir su compromiso con la verdad, con el bien, con la dignidad de las personas y con el rechazo de la violencia contra las mujeres, y debe elaborar las noticias sin equívocos gestos de neutralidad. Las ideas están claras para combatir el terrorismo; no lo están tanto cuando se trata de combatir a los maltratadores. Otra idea: Los medios deberían tratar con respeto a las mujeres, adolescentes y niñas que se salen de los roles tradicionales y recoger sin mofa ni ironía, ni mucho menos escarnio, otras formas, nuevas, de ser mujer. El caso de Lisbeth Salander, la heroína de la trilogía Millennium de Stieg Larsson, personaje de ficción, por supuesto, debería hacer pensar a más de un director de medios el caudal de historias que su periódico obvia. Larsson se quitó los prejuicios y vio y miró mujeres desde una perspectiva no sexista.

-¿Por qué hay que desterrar el término crimen pasional de las noticias sobre violencia machista?

-Porque disfraza y oculta las verdaderas intenciones del maltratador. Los asesinos de mujeres sólo se quieren a sí mismos y el término crimen pasional es un eufemismo.

-¿La profesión periodística está preparada para combatir la violencia machista?

-En febrero fui invitada por el Ministerio de Igualdad al Grupo de Trabajo de personas expertas para abordar el tratamiento informativo de la violencia de género; quedé gratamente sorprendida de que entre quienes representaban a los medios tanto prensa, radio o televisión, hubiese pleno acuerdo en la necesidad de formar a quienes desarrollan esta actividad, no sólo a periodistas; hay que felicitarse por haber llegado a este punto.

-Hay quien acusa a los medios de provocar un efecto imitación por informar sobre los asesinatos machistsa...

-Cada vez que, por desgracia, se produce una acción terrorista, los medios informan; páginas y páginas de datos, fotos, comentarios, análisis de personas expertas; antecedentes, consecuencias; no un día, varios. ¿Por qué aquí no se dice que puede haber efecto imitación para los jóvenes descontentos? ¿Por qué, entonces, deberíais dejar de informar respecto a la violencia masculina contra las mujeres? ¿No será que hay algunas mentes que tratan de volver a tiempos pretéritos? ¿Que les molesta ver escrito en el periódico el comportamiento machista de algunos hombres entre los que, muy probablemente, alguno de ellos se encuentra? En cualquier caso, la función de los medios de comunicación es informar de lo que ocurre en la sociedad y que afecta, como las relaciones entre mujeres y hombres, a sus miembros. La información, la opinión y el análisis nos hará más libres; los medios no pueden defraudarnos.