Trescientas mil toneladas de cereal leonés se quedan sin precio ni mercado
La cosecha de grano no encuentra salida, se cotiza a la mitad del valor que logró hace poco más de un año y acentúa los problemas económicos del sector agrario
Un mar de grano en un silo.
No hay negocio que anime menos a los emprendedores que el de producir y vender cereal. Que le pregunten a los cultivadores leoneses que tras un año romo en rendimientos se han encontrado con que las trescientas mil toneladas de grano que obtuvieron en verano no atraen ni a los compradores no logran un precio razonable en un mercado competitivo. Es el final previsto de una historia en la que tuvieron más parte los especuladores que el sector productivo. La patada de las administraciones al sector ganadero -"el único filón capaz de incentivar la demanda interna-" acabó con un pilar que garantizaba dinamismo de precios al final de la época estival. El segundo golpe mortal para este flanco relevante del sector agrario leonés vino de los alquimistas, que elevaron los precios del cereal al borde de la panacea hace poco más de dos meses. Efecto placebo, según la realidad que ahora se amontona en silos y almacenes. No hay producto que se venda en origen más allá de los 12 céntimos el kilo (veinte pesetas). «Y eso en el género que tiene una mínima salida, hay otros por los que nadie pregunta», revela Matías Llorente, presidente de Ucogal, una de las voces más críticas del campo leonés con el sistema de mercado en el que tienen preponderancia los intereses de los intermediarios frente al del sector primario. Sólo una campaña después de negarse a vender grano por 22 céntimos (37 pesetas) porque parecía barato, los mismos productores, almacenistas o mercaderes se encuentran ante la disyuntiva de regalar a diecinueve o veinte pesetas o no vender. La regresión de precios por falta de demanda y desbordamiento de excedente muestra una nueva paradoja: hay almacenistas que venden al por menor alguno de los géneros de cereal a 24 céntimos de euro ( a 40 pesetas por kilo). «Y no se ponen ni colorados», les advirtió recientemente Llorente a los socios de Ucogal. Sin precio y sin mercado, el sector agrario fue el único que creció en la economía leonesa. Una muestra de cómo estará el resto.