El Gobierno cierra en plena crisis del campo el reparto de ayudas europeas

Está la crisis y están las armas administrativas que acentúan la crisis del campo. El control de las ayudas que llegan de Europa comienza rayar el disparate de tanto que hostiga a los profesionales del campo. Ejemplo, la denominada reserva nacional de derechos, instrumento al servicio de la administración central y de las comunidades autónomas, capaz de dejar a cualquier ganadero leonés en la ruina de la noche a la mañana. La reserva nacional se regula por un decreto del Gobierno que luego articulan o aplican las comunidades autónomas. La reserva nacional no es un capricho, aunque lo parezca. El criterio que se aplica este año es dañino, sobre todo para los propietarios, generalmente dueños de pequeñas explotaciones con suficientes problemas para sacarlas adelante y más dificultades aún para defenderlas de los requisitos que impone la administración para ahogar a los minúsculos frente a la voracidad de las grandes explotaciones, imposibles en la atomización del campo leonés. Los responsables del trasiego de derechos de ayudas europeas hacia la reserva, que luego se repartirán con criterios no definidos desde las instituciones, han decidido cerrar este año el acceso a la bolsa de reparto; la crisis económica no es suficiente para que el Gobierno, el Ministerio de Agricultura, responsable último del uso de los derechos que Europa ha concedido a los productores españoles, vea conveniencia de redistribuir entre el necesitado sector, y menos entre las pequeñas explotaciones. La reserva nacional no reparte esta campaña de ruina, pero mantiene abierto el acopio de derechos que repartirá el próximo año, previsiblemente, con condiciones ventajistas para los grandes latifundistas. Esto es lo que se teme que va a ocurrir el sector leonés, asfixiado por deudas, bajos precios, nula rentabilidad y, desde hace unos años ya , el articulado administrativo. La administración hace y deshace a gusto sobre unos derechos que son de los productores.

1 Una política agraria que afronte, en un contexto de crisis generalizada, los problemas específicos del campo y en particular los bajos precios a los que se nos pagan los productos. ¡No más precios de hace treinta años!

2 Una Ley de Márgenes Comerciales por la que se prohíba pagarnos los productos por debajo de los costes de producción y se establezca el doble etiquetado.

3 Que no se nos suban los impuestos por vía del IVA y que se reduzcan los módulos fiscales de sectores en ruina, entre otros, en los cereales, el maíz, la leche, las patatas y productores de carne.

4 Unos fertilizantes a precios del mercado mundial , tarifas eléctricas especiales para el campo y la urgente puesta en marcha del gasóleo profesional sin impuestos.

5 Un programa nacional y europeo de «rescate» al sector del vacuno de leche que contemple el mantenimiento del sistema de cuotas.

6 Un nuevo Plan de Regadíos para desarrollar y modernizar todos los regadíos leoneses en un periodo de cinco años.

7 Ayudas ágiles y en cuantía suficiente para incorporar jóvenes al campo y jubilar anticipadamente con pensiones dignas a los mayores.

8 Créditos de las entidades financieras para circulante y para inversiones sin intereses abusivos ni garantías injustificadas.

9 Que la política agraria de la Junta deje de discriminar a la provincia leonesa a la que no reconoce sus peculiaridades productivas y necesidades específicas.

10 Menos burocracia en las relaciones con la Administración , agilidad en los pagos de las ayudas, y que cese la política sancionadora que no tiene otro fin que el de recaudar y desanimar a los productores. ¡Que dejen de perseguirnos como a delincuentes!.

11 Que no se reduzca para el año 2010 el presupuesto de la consejería de Agricultura ni el del ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, que no se paren los proyectos en marcha, que se aprueben otros nuevos y que se recorte el gasto innecesario en personal y bienes corrientes.

12 Una defensa en Europa de nuestro modelo de agricultura basado en la preferencia comunitaria, el mantenimiento de un adecuado nivel de rentas, la seguridad y calidad alimentaria, la ocupación y gestión del territorio y la competitividad produciendo para el mercado. Exigimos un compromiso financiero de la PAC para los próximos años sin recortes presupuestario y sin renacionalizarla.

13 Que se reconozca al colectivo agrario como estratégico y como tal se le trate por los gobiernos y la sociedad, siendo objetivo prioritario a la hora de destinar recursos públicos a sectores en crisis. Exigimos el mismo trato a este sector que el que se está dando a otros colectivos con problemas.