La marcha atrás del Gobierno deja vía libre a la contrucción de las eólicas

La incertidumbre en la que se mueve el sector de las energías renovables en los últimos meses, y que está afectando de manera especial a los proyectos eólicos en la provincia, acaba de dar un giro sorprendente. El polémico decreto del Gobierno que el pasado mes de mayo paralizó los proyectos en marcha (autorizados y que contaban con financiación) ha sido derogado en el Senado, con el voto a favor del PSOE. Un revés a la política energética que intenta dirigir el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y que ha recibido duras críticas del sector por las nuevas exigencias que suponía el registro estatal para los promotores; así como por la paralización en la que había sumido al sector ante la falta de resolución de las solicitudes presentadas. Precisamente hace pocos días el ministro anunciaba la resolución de las primeras autorizaciones.

Ahora no tendrán ningún valor. A falta de que la derogación se confirme en el Congreso (lo que deberá producirse, a no ser que el PSOE vote en esta ocasión en contra de su decisión en el Senado, lo que parece poco probable), los proyectos eólicos deberán contar para ponerse en marcha sólo con el permiso de las comunidades autónomas.

En el caso de los parques eólicos pendientes de construcción en la provincia todos ellos cuentan ya con la preceptiva autorización administrativa y tienen comprometida la financiación para ejecutarse. Deberán, en cualquier caso, apurar su construcción, ya que la derogación de la polémica norma no acaba ni mucho menos con las incertidumbres del sector.

Los parques eólicos que entren en producción a tiempo podrán acogerse al actual sistema de primas, mientras que los más retrasados deberán conformarse con un nuevo marco de ayudas que todavía no se ha establecido, pero que ya se ha anunciado que tendrá menos ventajas para las empresas. Tampoco hay fecha para este cambio, pero la carrera para llegar a tiempo en el marco actual está abierta.