Sabores que apasionan

«Una caja de nicanores pequeña, por favor». Media tarde en la plaza de toros. Una joven trata de comprar una muestra de los dulces más típicos de Boñar. «No me quedan ni pequeñas, ni grandes, ni tampoco tarta de trucha; en realidad ya no tengo nada que vender», aseguraba la vendedora encantada tras un puente de éxito. Tampoco había ya ni rastro de la tarta ganadora: tarta de de castañas La Oricera de Balboa.

Los puestos de embutidos y quesos también tenían diezmadas sus existencias, al igual que los de repostería. Las copas de vinos, de todos los caldos presentes en la feria, seguían corriendo hasta la misma hora del cierre del coso taurino.

Después de un tímido comienzo, las ventas no fueron los dos primeros días tan intensas como los dos últimos, los productores mostraron su satisfacción por la nueva edición de la Feria de los Productos de León, especialmente, ante los momentos de crisis económica que atraviesa el país y el retraimiento general del consumo.

Las colas para acceder al ruedo se volvieron a repetir durante la tarde ayer, una cita con la despensa de la tierra que pocos leoneses se pierden. Buscan los sabores de siempre, aquellos que les remontan a su infancia, aquellos con los que todos han crecido y viven. Una paseo con todos los sentidos despiertos para recorrer en pocos metros lo mejor de León.