Tanta paz lleven...

Cuando Montedison se planteó tan siquiera adquirir la fábrica de Antibióticos León, allá por finales de los ochenta principios de los noventa, los directivos italianos valoraron la industria leonesa en más de 60.000 millones de pesetas. Entonces, en 1987, el consejo de la multinacional italiana otorgó al presidente del grupo, Mario Schimberni, plenos poderes para negociar la compra sobre la base de 450 millones de dólares, equivalentes a 60.000 millones de pesetas. La venta de Antibióticos fue, sin duda, una de las primeras grandes operaciones de Juan Abelló y Mario Conde.

Ahora, otros italianos abandonan Antibióticos y casi la regalan con la única condición de que los nuevos propietarios se hagan cargo de la deuda que sólo Sir Fidia ha generado en la planta. Lo más curioso es que, según el balance de estos italianos, la deuda de más de 61 millones de euros de Antibióticos -”que unidos a los casi 41 de Vitatene la elevan hasta el 102,1 millones-”, la tiene la planta leonesa con Sir Fidia. O lo que es lo mismo, Antibióticos debe abonar ese dinero a los mismos que, desde que aterrizaron en el 2003, no han hecho otra cosa que descapitalizarla. Antibióticos ya no posee patentes, que es lo que realmente vale en el mercado químico y farmacéutico, y tampoco ha visto cómo se modernizan sus intalaciones. Pero, además, y esto es lo más grave, en los últimos siete años -”todos ellos bajo la dirección de Sir Fidia-” el que fue buque insignia de la industria y de la economía leonesa ha visto como ha perdido más de 600 empleos, pese a recibir casi 30 millones en subvenciones.

Ahora, y sin avisar a nadie -”o al menos eso aseguran desde el Ministerio de Industria y desde la Junta de Castilla y León-” venden la planta a Enerthi España, empresa con una experiencia nula en el sector químico y que se dedica exclusivamente a la producción de energía en sus múltiples variables: eólica, renovable... Lo único bueno de esta operación es que se van los italianos. Tanta paz lleven, como descanso dejan..