Entrevista
«Habrá una segunda oleada de fusiones, pero primero tenemos que cerrar ésta»
Hace un año los eternos rumores sobre procesos de integración entre las cajas de ahorro de la comunidad tomaron cuerpo en forma de iniciativa política para, a través de una integración, gestar una gran entidad que uniera a las seis con sede en Castilla y León. Propuesta que fue rechazada. Caja España lideró entonces un movimiento que está a punto de concretarse en el inicio del proceso de fusión entre la entidad con sede en León, Caja Duero y Caja Burgos, con el beneplácito del Banco de España. Ha sido un año convulso.
-”¿En qué momento está el proceso de fusión?
-”En la recta final. No puedo dar datos porque tenemos un pacto de confidencialidad y sería faltar al respeto a las otras dos cajas. Es cierto que ha habido filtraciones, pero llenas de incorrecciones; cada uno verá cuál es su responsabilidad. Yo soy optimista sobre crear una gran caja de ahorros de Castilla y León.
-”¿Cuáles son las líneas generales del informe de KPMG?
-”El pacto de confidencialidad me impide dar datos, pero aún necesita retoques para completarlo. Después se presentará a los órganos de la caja, a la Junta y finalmente al Banco de España.
-”¿Cómo valora que en esta fase del proceso se reabra la polémica sobre si es mejor fusionarse con otras cajas, y la de las fusiones interregionales?
-”El futuro se plantea muy interesante, si llevamos a cabo esta fusión no quiere decir que tengamos que quedarnos ahí. El panorama de las cajas está reorganizándose y tiene por delante muchos movimientos que hacer. Si nos unimos ahora seremos la sexta caja del país, pero quién dice que no podemos buscar nuevos socios, intentar formar una entidad que tenga aún más fortaleza. Habrá sin duda una segunda oleada de fusiones, pero primero hay que cerrar este proceso.
-”Otro frente que parece no cerrarse es el de la Junta, que recuerda las bondades del modelo que impulsó hace un año, rechazado por las cajas.
-”Había consenso en unas partes, pero también otras que se oponían. Quizá aquella fórmula habría ahorrado problemas sociales, y desde luego hubiera sido más rápida. Pero no la mejor. El entorno económico actual, y sobre todo el que se avecina, obliga a tomar medidas de mayor calado, porque lo que implica sobre todo es una mayor eficiencia en el funcionamiento, no sólo un mayor tamaño. La fusión garantiza esa eficiencia, que con otras fórmulas no está tan clara. Por eso ha sido la apuesta que impulsó Caja España. Si hay que afrontar estos procesos, hacerlo con la mejor garantía para el futuro de la entidad, aunque la gestión sea más complicada.
-” La fusión es la fórmula que prefiere el Banco de España.
-”Nosotros ahora tenemos la obligación de pensar en la futura caja, porque estamos convencidos de que esa es la mejor apuesta para Caja España. Y no vale hacer el planteamiento desde lo que somos cada una ahora, sino de lo que debemos ser en el futuro para afrontar con fortaleza el escenario que se avecina. Así que creemos que para gestar la entidad que deseamos la fusión es una opción mejor que la integración. Son procesos que hay que llevar a cabo tarde o temprano, y consideramos que lo mejor para la caja es lo que estamos haciendo. No llevar a cabo una integración ahora para, después de unos años, tener que mover de nuevo ficha y adaptarnos a otro proceso.
-”Las injerencias políticas, que tanto sufren las cajas, ¿pueden dar al traste con el proceso?
-”Creo que no, porque las relaciones que se mantienen son excelentes. Y contamos con el apoyo de todos los políticos, y con el ánimo de la Junta. Las cinco patas de este proceso (las tres cajas, la Junta y el Banco de España) pretendemos el mismo objetivo, que no es otro que una caja fuerte, sólida y competitiva; que permita el desarrollo económico de la comunidad. Yo puedo asegurar que en el tiempo que llevo de presidente jamás he tenido presiones de los políticos. En el proceso actual estamos caminando juntos.
-”Pues a veces da la sensación de haber cierta tensión, como en los comentarios sobre que los dos vicepresidentes forzaron el consejo extraordinario.
-”Eso son interpretaciones que se hacen desde otros ámbitos, y sabrán a qué intereses responden. Hasta ahora no podíamos reunirnos para informar a los consejeros porque no teníamos la información. Se está hablando mucho de todo esto, cuando realmente todavía no hay tantas cosas que decir. Cada cuál sabrá con qué interés lo hace, o si quiere rentabilizarlo para sus propios fines.
-” El caso es que en este proceso hay escollos difíciles de salvar, como la aprobación por parte de la asamblea general.
-”Lo que está claro es que la decisión la tomarán los órganos de gobierno de la caja, si deciden seguir adelante seguiremos, si no habrá que tomar otro camino. En otras entidades es suficiente que dos tercios de la asamblea voten a favor para aprobar el proyecto, los estatutos de Caja España establecen que el apoyo mayoritario debe ser de cuatro quintos. Esas son las normas de que nos hemos dotado. Lo que sí puedo decir es que, si la asamblea rechaza el proyecto de fusión que le propongamos, me plantearé dejar el proyecto en manos de otras personas.
-”No le queda mucho tiempo para saberlo, de momento el consejo de administración de las tres cajas tiene que votar si acepta o no iniciar la fusión antes del próximo día 9.
-”Ese es, efectivamente, el plazo que nos ha dado el Banco de España. Pero tampoco sabemos si se va a cumplir. Queda aún mucho que negociar, y no podemos celebrar el consejo mientras no se alcancen una serie de acuerdos previos que hay que presentar al regulador, como el organigrama del equipo directivo, las sedes institucionales o el protocolo laboral. ¿Y si no se consigue por ejemplo el acuerdo sobre plantillas antes del día 9? Pues habrá que esperar hasta lograr el consenso. Y lograrlo es lo que me preocupa, trataremos que se sea cuanto antes.
-”El Banco de España y la Ceca ya han advertido de que el 2010 será muy difícil para las entidades financieras. ¿Cómo van a ser los resultados de Caja España al final de este ejercicio?
-”Hemos sido muy conservadores desde el principio, y de momento los resultados que vamos obteniendo se ajustan a las previsiones. Creo que terminaremos cumpliendo estos objetivos. El momento es desde luego muy difícil, y es cierto que lo peor está todavía por venir. Pero Caja España ha optado por la prudencia hace tiempo. Hemos dotado provisiones en la mayor medida de lo posible, y optado por una política responsable. Nuestra gestión se basa en el incremento de coberturas y dotaciones y en al mejora de la liquidez y la solvencia, parámetros que han ido mejorando con el paso de los meses. Tenemos problemas, como el de la mora, que estamos controlando pero es cierto que está alta. Podíamos haber optado por otras medidas, como han hecho otras entidades, pero nuestro objetivo es que la caja supere lo mejor posible este periodo de dificultades, no que estos ratios escondan otros problemas.
-”El polémico informe Moody-™s acusa precisamente a las entidades de ocultar sus problemas con mecanismos como la compra de activos dudosos.
-”Es una de las fórmulas a las que Caja España no ha querido recurrir. Si hubiéramos adquirido los activos de las operaciones con problemas nuestra mora desde luego sería mucho más baja, pero hemos preferido provisionarlas y que no condicionen la actividad futura de la entidad. Es cierto que esto ha llevado a publicar algunas interpretaciones de nuestras cuentas que pueden parecer alarmantes, pero que no son ciertas. Nuestra política ha sido la de la responsabilidad, la que creemos que nos garantizará salir de la mejor manera posible de esta crisis.
-”¿Cuál es entonces la situación de la caja en relación con el resto del sector? Podría pensarse que son las dificultades las que la empujan a la fusión.
-”Sólo hay que echar un vistazo a lo que sucede en todo el sector financiero a nivel mundial. Las nuevas condiciones exigen entidades financieras con mayor volumen y más solventes. En España llevamos unos meses en los que sólo se habla de fusiones. Hay proyectos en marcha en Cataluña, Andalucía, Navarra, Canarias, y en el resto de las autonomías se habla de iniciar procesos similares. Los deterioros del negocio, la caída del consumo y el estrechamiento de márgenes son situaciones graves, cuya solución pasa por este tipo de procesos.
-”Un proceso que en Castilla y León lidera Caja España. ¿Le dará esto más ventajas?
-”Caja España es la primera entidad de Castilla y León en activos y estamos por encima tanto en liquidez como en solvencia. Todos los márgenes de nuestro negocio están en positivo y creciendo, con algunas debilidades como la mora. Globalmente estamos en una posición de fortaleza, pero en este momento no se trata de exhibir liderazgos sino de racionalizar todos los activos y buscar lo mejor para nuestros clientes y la sociedad. Las tres cajas hemos derrochado altas dosis de esfuerzo, trabajo y sacrificio.
-”¿Seguirán compartiéndolo cuando llegue el espinoso tema de las sedes?
-”Comprendo que haya inquietud social ante un tema tan delicado. Esta negociación se abrirá cuando esté confirmado si vamos a llevar un proceso de fusión o de integración. En cualquier caso, con independencia de dónde estén las sedes, el balance final será positivo para los clientes y la sociedad.
-”El Banco de España ha recomendado extremar la prudencia en los resultados del este ejercicio para prepararse para un duro 2010 y un incierto 2011; y a las cajas les ha recomendado recortar su Obra Social y destinar los fondos a fortalecer sus cuentas. ¿Cómo lo valora Caja España?
-”Como una recomendación llena de sensatez, porque los próximos meses van a ser muy difíciles, y toda prudencia es poca. En el caso de la Obra Social, hay que recordar sin embargo que es la razón de ser de las cajas de ahorro. Pero qué duda cabe de que se verá afectada por la situación de dificultades. Para empezar, los fondos que se destinan a las obras sociales se determinan en función de los beneficios de cada caja, así que si caen los beneficios caerá el dinero destinado a estos fines. Eso ya ocurrió el año pasado, y volverá a ajustarse de cara al 2010. Otra cuestión es qué tipo de actividades de la Obra Social se verán más afectadas. Ahora es más que nunca el momento de marcar prioridades. Hay proyectos y ayudas que pueden esperar y otros no. Los de tipo social y asistencial, los que afectan a colectivos en dificultades, seguirán teniendo apoyo.