Denuncian al Hospital de León por posible negligencia en la muerte de una niña de nueve meses

Los padres de Julia, una niña de nueve meses que ayer por la tarde falleció en el Complejo Asistencial de León, presentaron hoy una denuncia en el Juzgado de Instrucción número 2 de León contra el Hospital. El pasado viernes a la menor se le diagnosticó un catarro propio de esta época, aunque fue empeorando y, tras ser ingresada en el centro el pasado domingo, la niña murió alrededor de las siete de la tarde de ayer. Los padres entienden que puede existir una negligencia médica, por lo que han presentado una denuncia contra el centro hospitalario para aclarar los hechos.

Inicialmente la denuncia se interpuso contra el complejo hospitalario y contra el Sacyl «para que se investiguen los hechos», declaró la abogada que lleva el caso, y si las diligencias que se van a practicar demostraran indicios de la existencia de una negligencia médica «habría un procedimiento penal y se procesaría a la persona o personas responsables», aclaró. Sin embargo, habrá que esperar a los resultados que arroje la autopsia practicada a la menor, así como de las diligencias solicitadas con el objetivo de que «se interrogue al personal que atendió a la niña para arrojar luz sobre lo que ocurrió», añadió la abogada.

Los hechos comenzaron el pasado viernes, cuando los padres de la pequeña, aquejada por «un poco de catarro y un poco de fiebre» acudieron al centro de salud de José Aguado de la capital leonesa, donde le recetaron unos medicamentos para acabar con estos síntomas, al tiempo que se les comunicó que, si no remitían acudieran al servicio de Urgencias del Hospital. Pese a los medicamentos, «la niña cada vez empeoraba más», declaró el tío de la pequeña, por lo que los padres acudieron al Complejo médico alrededor de las 15 horas del pasado domingo. «La doctora que estaba en Urgencias prácticamente no la miró y les dijo que la niña no tenía nada, y que con lo que la habían recetado sería suficiente, que la niña no tenía más que eso», explicó el tío de la niña.

Sin embargo, lejos de mejorar, la situación siguió empeorando por lo que «los padres volvieron a llevarla a Urgencias, y coincidieron con la misma doctora», pero pese a esta situación «se tuvieron que poner bastante serios para que la miraran, porque insistían que la niña no tenía nada». Ante esta situación, finalmente la metieron en los boxes, aunque no fue «hasta las dos de la madrugada», cuando ingresaron a la niña para hacerle unas placas, momento en el que «vieron que los pulmones estaban tupidos de mucosidad y por eso no podía respirar», continuó.

A partir de ahí la niña ingresa «grave» y tras hacerle «todo tipo de pruebas» la niña «parece que mejoraba», aunque fue por la tarde cuando volvió a empeorar. «Se pusieron a llamar a más médicos, no la bajaron ni a la UVI ni a la UCI y a subir los instrumentos necesarios, pero la mitad de las enfermeras no sabía ni para qué era aquello, porque desconocían esos aparatos», lamentó la familia, quien considera que se produjeron «un cúmulo de despropósitos, de negligencia total», que finalizó alrededor de las siete de la tarde con el fallecimiento de la menor.

«Lo único que nos han dicho es que le ha reventado un pulmón», dijo el tío de la pequeña, quien aseguró «no entender» las causas que desembocaron en esta situación. En cuanto al personal médico que atendió a la niña «no nos han dado información, no sabemos quién es, porque ibas a preguntar pero no estaban por ninguna parte, desaparecieron como por arte de magia», denunció.

Ahora toda la documentación está en manos del Juzgado, quien tendrá que dictaminar si existió negligencia médica por parte de ese personal. «No tratamos de conseguir nada, ni compensación económica ni nada, sólo queremos que se aclare lo ocurrido», solicitó la familia, quien denunció también la falta de adopción del protocolo ante la incidencia de la gripe A. «La niña presentaba todos los síntomas, fiebre alta, convulsiones, etcétera», confirmó el tío de la niña, aunque hasta ahora se trataba de «el primer catarro que tenía». A pesar esto «no se han hecho las cosas que tenían que hacer, tal y como se está exigiendo», y aunque «hubiera pasado lo mismo», la familia se muestra convencida de que «con ese protocolo se hubieran ganado unas diez horas», concluyó. Ahora será el juez quien dictamine lo ocurrido.