Reportaje | marco romero
El acordeonista vuelve del exilio
Arty regresará a la calle Ancha el próximo sábado tras cerrar con el Ayuntamiento un acuerdo que le permitirá tocar de jueves a domingo a partir del 15 de noviembre
El singular caso de Artem Eremin, verdadero nombre del acordeonista Arty, se ha convertido en un auténtico fenómeno social. No sólo porque es la primera vez que un artista callejero negocia cara a cara con el Ayuntamiento, sino por el extraordinario apoyo social que ha conseguido a través de una campaña sin precedentes en la red social Facebook, en la que 5.404 personas se han declarado fans virtuales de este músico originario de Crimea.
Y es que todo lo que lleva su nombre interesa. La primera noticia publicada por este periódico sobre el caso fue la más visitada de la pasada semana en la dirección digital diariodeleon.es, con un total de 8.436 lecturas, y se multiplican los comentarios en la Red, muchos de ellos contrariados con lo que consideran una censura de expresiones artísticas callejeras. Asimismo, el caso de Arty ha introducido novedades en los canales de comunicación del equipo de gobierno local, que ha utilizado por primera vez una plataforma social para explicar, aclarar y responder las decenas y decenas de dudas planteadas por los ciudadanos.
El asunto quedaba cerrado ayer, tras una reunión de aproximadamente una hora y después del infructuoso encuentro mantenido el día anterior entre la concejala de Sanidad, Comercio y Consumo, María Rodríguez, y el acordeonista. Las condiciones aceptadas por el músico son las mismas que le había planteado el Ayuntamiento el día anterior, con el matiz de que «la palabra» de Rodríguez y del concejal Ibán García del Blanco le garantizan que «no tendrá problemas con la renovación de los permisos porque será algo automático», manifestó la edil. «Si a partir de ahora la Policía le molestara, estaría incurriendo en una ilegalidad», advirtió la concejala en el hipotético caso de que surjan problemas con la ubicación del músico.
El acuerdo permitirá a Arty tocar en la calle Ancha de jueves a domingo. El resto de días tendrá que establecerse en otras zonas de la ciudad. Los permisos, clave de la polémica, tendrán que renovarse mensualmente, pero no es intención del Ayuntamiento cambiarle de ubicación, por lo que Arty ocupará su plaza rotatoria por la calle Ancha a partir del 15 de noviembre. No obstante, su esperada cita con León llegará el sábado. A partir de las once y media de la mañana, los sones de su acordeón volverán a su lugar habitual. Primero en la zona de la Catedral y, después, en la de la Diputación. De momento, sólo tocará un día a la semana en la calle Ancha, los sábados, porque su permiso no entra en vigor hasta dentro de dos semanas.
Está contento, pero su lucha ha sido larga y silenciosa. Por eso tiene la sensación de que el éxito es menos éxito. Cree que el acuerdo ha sido posible gracias a una abogada que le ayudó de forma altruista y asegura que muy pronto volverá a León con su familia. Buscaba estabilidad y ésa ha sido una de las bazas que mejor ha jugado. Sus interlocutores en la negociación valoran su arte, pero sobre todo su necesidad de sobrevivir.
«La gente de León me ha demostrado una enorme confianza y yo ahora debo estar a la altura de las expectativas», declaraba ayer Arty durante el ajetreo previo de un programa de televisión. Se ha convertido algo así como en una estrella local. Le llaman de las emisoras de radio, de todas las televisiones y, por supuesto, de los periódicos. La gente le espera en la calle y le adula por Internet. Arty vuelve del exilio.