El campo leonés clama por sus hijos

El campo leonés abrió la espita de las manifestaciones del sector primario español ante la situación de declive que vive el modo de vida que tiene por objeto producir alimentos. Ocho mil personas tomaron León tras una pancarta que clamaba por los precios justos; la marcha se acompañaba, bajo el formato del arca de Noé, de las especies animales y cultivos más representativos, casi envueltos en una urna, como cuando se exhibe un artículo en riesgo de extinción. El campo leonés lo está, si se atiende a la lista de reivindicaciones que secundaban la mayor, en cuanto a la tasación de los productos agrarios. La marcha recorrió las principales arterias de la ciudad, con destino a las delegaciones de gobierno de las dos administraciones que tienen algún peso en la tutela de este sistema económico; en esas sedes, y a sus representantes, entregaron una tabla de enunciados en los que se resumen las cotas de intervención que espera el campesinado. «No más precios de hace treinta años», encabeza la lista de mandamientos del sector primario, que anotó acuse de recibo en la subdelegación de Gobierno, en la primera parada sin fonda que hizo el gentío, la veintena de tractores; la comitiva. Destino a Valladolid deberá tomar el escrito que los representantes de Asaja, Ugal, Ucale y UCCL entregaron al delegado de la Junta de Castilla y León en León, que se acompañó de su jefe de servicio del área de Agricultura y del secretario de la delegación para recibir a la embajada de sindicalistas agrarios, a los que esperó a pie de manifestación.

«Somos un sector estratégico, y como tal queremos que se nos trate», viene a completar el decimotercer mandamiento que resume la docena anterior. «Y menos burocracia», incluye el capítulo décimo de la lista de reivindicaciones que consensuaron las cuatro organizaciones agrarias leonesas, pioneras en España en la convocatoria de manifestaciones por causa de la crisis. La ley de márgenes comerciales acudió de forma sistemática a cada uno de los discursos que cerraron la manifestación, junto a la delegación de la Junta, mientras los viandantes llegaban con cuentagotas a uno de los reclamos de protesta que se ha hecho habitual en cada protesta campesina: el reparto de alimentos. Aunque aquí se juega la oportunidad de seguir produciéndolos