El carbón genera en impuestos tres euros por cada uno que recibe en ayudas
Las empresas critican por «interesadas» las acusaciones de que la minería recibe fondos públicos «que se achacan de forma improcedente a la producción»
Sólo los impuestos que pagan las empresas mineras en concepto de cotizaciones sociales, tasas ligadas a la producción e IVA suponen unos ingresos para el Estado de tres euros por cada uno que recibe el sector del carbón en concepto de ayudas al funcionamiento de las empresas. Eso sin tener en cuenta otros conceptos, como la actividad económica que genera la minería gracias a los empleos y los salarios que mantiene. Un argumento que en opinión de la patronal del carbón, Carbunión, desmonta en su mayor parte los argumentos de quienes han levantado la voz contra el nuevo sistema de incentivos que contempla el decreto que previsiblemente aprobará el Gobierno en los próximos días; y acusan a la norma de alterar el precio de la electricidad y encarecer el recibo de los consumidores.
Carbunión argumenta que «las ayudas al funcionamiento que recibe el sector para su viabilidad, lejos de ser onerosas para el Estado, son devueltas con creces a las propias arcas públicas a través e las cargas fiscales y coberturas sociales que soporta la propia actividad minera; y a la propia sociedad mediante las rentas salariales y compras de bienes y servicios, amén de su enorme capacidad de arrastre en otros sectores económicos que, de manera indirecta o inducida, son potenciados gracias al entorno económico que propicia la minerìa del carbón y su fuerte capacidad de creación de valor añadido en sí misma y en otras actividades dependientes de ella».
Las empresas mineras advierten de que es un error considerar ayudas al sector todas las presupuestadas en el Plan del Carbón 2006-2012, ya que «se mezclan, a veces interesadamente, todos los fondos pùblicos del plan para concluir unos costes que se achacan de forma improcedente a la producción de carbón nacional». No cabría incluir en este concepto por ejemplo el presupuesto destinado a la reindustrialización y recuperación de las comarcas mineras.
Igualados. En total, las ayudas que contempla el Estado para subvencionar la producción en el 2010 ascienden a un máximo de 315,9 millones de euros, un dinero que se recibe «por la diferencia de costes entre el carbón nacional y los precios del mercado internacional, que provienen fundamentalmente de grandes yacimientos a cielo abierto o en países con costes de mano de obra que no tienen nada que ver con los europeos».
En cualquier caso, la patronal del carbón recuerda que el coste de subvencionar el carbón a través de los Presupuestos Generales del Estado «es claramente inferior al de otras tecnologías de generación igualmente primadas con fondos públicos».
El asunto es que las ayudas a la producción para el próximo año suman casi 316 millones de euros, y las cotizaciones sociales de los trabajadores del sector (10.000 empleos directos en todo el país) suponen unos 225 millones anuales. Si a ello se suman los 120 millones procedentes del IVA y otros impuestos, resulta una cifra bastante aproximada al gasto en subvenciones.
Si a estas cifras se les suma la actividad económica que genera la extracción de carbón nacional en impuestos del resto de las actividades inducidas, la patronal calcula que las arcas públicas reciben sólo en concepto de impuestos y cotizaciones tres veces más de lo que gastan en ayudas