El juicio por el accidente de Villada comienza mañana

La vista oral del juicio por el accidente ferroviario ocurrido el 21 de agosto de 2006 en Villada (Palencia), en el que murieron siete personas y 95 resultaron heridas, comenzará mañana lunes en el juzgado de lo penal de la capital palentina.

En el auto dictado el pasado mayo, la magistrada del Juzgado de lo Penal señaló para los días 9, 10, 11, 12 y 13 de este mes de noviembre las sesiones del juicio oral, que en este caso se llevará a cabo en la sala de vistas de la Audiencia Provincial, con un único procesado, el maquinista del convoy, J.L.P.G. natural de León.

El maquinista está acusado de siete delitos de homicidio imprudente, además de 95 delitos de lesiones también imprudentes, por lo que se enfrenta a una pena de dos años y medio de prisión.

El fiscal ha pedido también indemnizaciones para las víctimas, por daños y secuelas, que superan los 1.642.000 euros, más intereses.

La Fiscalía considera que deben responder de esta cantidad el acusado y la compañía de seguros AXA Corporate Solutions, como responsables civiles directos, y Renfe como responsable civil subsidiaria.

No obstante, la citada compañía de seguros ha sufragado ya a cuenta por los fallecimientos un montante de 203.694,76 euros.

1397124194 Los hechos. El fiscal relata en su escrito de acusación que sobre las 15,50 horas del 21 de agosto de 2006 el tren de larga distancia 280, con recorrido La Coruña-Vigo/Hendaya-Bilbao, compuesto por locomotora y vagones, con 426 viajeros a bordo, circulaba por las inmediaciones de Villada con el acusado como maquinista.

El convoy circulaba con el sistema de bloqueo automático de vía doble y bajo el control de tráfico centralizado (CTC) ubicado en el puesto de mando que la entidad Adif tiene instalado en León.

El Ministerio Público subraya al respecto que, antes de entrar en la estación de Villada, por razones de seguridad, desde el punto de mando se cambió el itinerario de entrada desde la vía 2, que era por la que el tren circulaba, a la 1.

Con ese cambio se trataba de «salvaguardar» la seguridad de los viajeros que en la estación de Villada pudieran subir o bajar del tren, «facilitando a este último convoy la vía más próxima al andén al no existir en la estación paso subterráneo».

Para la acusación pública, el encausado «dejando de prestar la atención mínima que su responsabilidad al mando de la máquina le exigía, no se percató de las luces anunciando precaución que exhibía la señal de avanzada».

«Lejos de reducir la velocidad a los límites a los que estaba obligado mantuvo aquella muy elevada para el tipo de maniobra que debía afrontar, llegando el tren al cambio de vía a una velocidad de 125 kilómetros por hora, lo que provocó el descarrilamiento», de acuerdo con la versión del fiscal.

El maquinista, por su parte, mantiene que no cometió delito alguno y ha proclamado su inocencia, aunque alternativamente «asumiría» siete faltas por homicidio imprudente y 84 faltas de lesiones imprudentes.

En un escrito de nueve folios, el maquinista sostiene que hubo «errores y contradicciones en el sistema de señalización».